El volcán que podría acabar con la civilización: "Supondría un descenso de temperatura tan brusco que no compensaría el cambio climático"
Un artículo de la revista ‘Nature’ sugiere que las probabilidades de sufrir una erupción de nivel siete durante este siglo es de uno entre seis
¿Cuáles serían las consecuencias de una 'macroerupción'? “Conocemos poco sobre la actividad volcánica aunque enviemos telescopios al espacio
Madrid
Fue un año de tres estaciones. En 1816 desapareció el verano. El cielo era gris cenizo. La oscuridad había desterrado al sol. Y la Tierra se enfrió medio grado centígrado. Un año antes, en la isla de Sumbawa (Indonesia) el volcán Tambora había entrado en erupción. Y es que el estruendo, que pudo oírse a unos 2.000 kilómetros de distancia, fue el aviso de una desgracia mundial.
En Estados Unidos, las bajas temperaturas y las heladas devastaron los cultivos. Y en Asia, la bruma de piroclastos rompió el ciclo monzónico. La ecuación perfecta para germinar la hambruna y epidemias, como el cólera. También daría origen a una de las obras cumbre de la ciencia ficción: ‘Frankenstein o el moderno Prometeo’, de Mary Shelley.
Durante el verano robado, la escritora inglesa y el poeta Lord Byron sobrellevaban las jornadas infernales en una casa de los Alpes. Aquel escenario oscuro inspiró el clásico literario de Shelley. De las pocas consecuencias positivas tras una erupción de nivel siete de ocho según el Índice de Explosividad Volcánica. Pero, ¿podría repetirse la peor erupción de los últimos 750 años?
Según un estudio internacional publicado en la revista ‘Nature’ existe una posibilidad entre seis de que ocurra. El artículo, firmado por varios vulcanólogos ingleses, recoge algunas de las consecuencias. Más letales, incluso, que el impacto de un asteroide. "Supondría un descenso de temperatura tan brusco que no compensaría el cambio climático", explica Stavros Meletlidis.
El vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional apunta que durante la historia de la humanidad, e incluso antes, "los cambios climáticos han estado vinculados con erupciones importantes". El segundo mayor nivel de explosividad se ha experimentado en Santorini o en Yellowstone, que "incluso se acerca al nivel ocho".
Ritmos distintos
En la isla griega, por ejemplo, "había un volcán que dejó una caldera grande y destruyó a civilizaciones de hace más de 3.500 años", señala el experto. Pero más allá de la tragedia humana, desde el punto de vista geológico es especial, ya que "los depósitos han dado la vuelta al mundo y se han encontrado en los polos", apunta Meletlidis.
Pese a la probabilidad, la comunidad científica quita hierro al asunto. "Se trata de una investigación científica, es un conteo durante 60 mil años y se hace una proyección de la probabilidad", señala. Asimismo hay otro factor clave la relatividad temporal: "naturaleza no funciona a nuestro ritmo", señala Meletlidis.
El anillo de fuego
En cuanto al posible lugar, uno de los puntos de mayor actividad volcánica es ‘El anillo del fuego’, en el Pacífico. Pero el vulcanólogo recuerda "que el artículo saca una probabilidad obtenida de una estadística que falla con mucha frecuencia" como ha pasado en La Palma.
En base a las erupciones anteriores, los científicos trataron de establecer la duración, pero sin éxito. Aún así, es importante mantener las labores de vigilancia. "Conocemos poco sobre la actividad volcánica aunque enviemos telescopios al espacio, el tiempo para avisar depende del propio volcán", comenta.