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Los restos mortales de Isabel II ya reposan en el Palacio de Buckingham

El nuevo monarca continúa su gira por los territorios de Reino Unido para afianzar las relaciones tras la muerte de su madre y en su visita a Belfast ha subrayado su compromiso con Irlanda del Norte

DIRECTO | Miles de personas dan el último adiós a Isabel II en la capilla ardiente en Edimburgo

Madrid

Los restos mortales de la reina Isabel II ya están en el Palacio de Buckingham. Esta noche reposarán en el sala circular, la llamada Bow Room, hasta este miércoles por la mañana, que pondrá rumbo al Palacio de Westminster. Allí se instalará la capilla ardiente. El féretro se ha trasladado esta tarde desde el aeropuerto de Edimburgo hasta el aeródromo de Northolt, al oeste de la capital británica. El féretro partió alrededor de las 18.35 del aeropuerto de Edimburgo en un avión del Ejército del Aire (RAF), acompañado por la princesa Ana.

Según marca el milimétrico protocolo, el cortejo fúnebre se trasladará este miércoles en procesión a Westminster, donde se abrirá la capilla ardiente hasta el próximo domingo. Se espera que hasta 750.000 ciudadanos acudan a despedirse de la reina, antes de la celebración del funeral, previsto para el lunes 19 de septiembre en la abadía de Westminster.

Los restos de Isabel II ya han pasado por el castillo de Balmoral, donde falleció el pasado jueves y luego por el Palacio de Holyroodhouse, en Edimburgo, la residencia oficial escocesa de la monarquía británica. Su última parada en tierras escocesas fue el pasado lunes en la catedral de St. Giles donde se instaló la primera capilla ardiente, que fue visitada por unas 26.000 personas.

Carlos III promete en Belfast seguir "el brillante ejemplo" de su madre

El rey Carlos III ha prometido este martes por la mañana en Belfast recoger el testigo de su madre, Isabel II, también en lo referente a los compromisos de la corona con Irlanda del Norte, un territorio marcado durante décadas por un conflicto que, aún hoy, sigue reflejándose en las claras divisiones políticas y sociales.

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El nuevo monarca ha proseguido por Belfast la gira emprendida tras el fallecimiento de Isabel II, en un gesto protocolario que sirve también como aval hacia la nueva etapa. Así, en un discurso ante diputados, se ha comprometido a seguir el "brillante ejemplo" de su madre y a trabajar en aras "del bienestar de todos los habitantes de Irlanda del Norte". "En los años transcurridos desde que comenzó su larga vida de servicio público, mi madre vio a Irlanda del Norte pasar por cambios históricos", ha dicho el nuevo monarca, quien ha recordado que también su familia sintió como propias las "penas" de este territorio, según BBC News.

Alex Maskey, histórico del IRA y del Sinn Féin expresa sus condolencias

El presidente de la Asamblea de Irlanda del Norte, Alex Maskey, un histórico del IRA y del Sinn Féin, ha expresado sus condolencias a Carlos III en nombre de la institución y del pueblo norirlandés, destacando que su madre no había sido "una observadora distante" de la transformación vivida. La reina, ha añadido, "demostró personalmente cómo las acciones individuales pueden ayudar a derribar barreras y alentar la reconciliación". "Demostró cómo un pequeño pero significativo gesto, una visita, un apretón de manos, un cruce de calle o hablar unas pocas palabras en irlandés pueden marcar una gran diferencia", ha sostenido.

Maskey también ha resaltado lo mucho que ha cambiado Irlanda del Norte desde la primera vez que Isabel II la visitó, en 1953, hasta la última, en 2012, haciendo hincapié en que ahora la Asamblea agrupa a "unionistas, republicanos, nacionalistas" capaces de honrar en conjunto la memoria de la difunta reina.

Irlanda del Norte carece de un gobierno efectivo desde las elecciones de mayo, a pesar de que del acuerdo político depende en gran medida el cumplimiento de los Acuerdos de Viernes Santo que pusieron fin al conflicto en 1998. En los últimos comicios, alrededor del 42 por ciento de los votantes optaron por opciones de índole unionista, que abogan por que Irlanda del Norte siga formando parte de Reino Unido y tienen, en líneas generales, un sentimiento de mayor afinidad hacia la monarquía que ahora representará Carlos III.

Los nacionalistas, en cambio, quieren la integración del territorio en Irlanda y aglutinaron un 40 por ciento de los sufragios en mayo. Su principal exponente es el Sinn Féin, que se ausentó el domingo de la ceremonia formal organizada en Belfast para proclamar al nuevo rey.