Cómo ha afectado el tope del gas a las facturas de los hogares españoles

Madrid

El precio de luz ha subido vertiginosamente en una de las mayores crisis energéticas que ha vivido Europa. El 15 de junio se introdujo en España una medida para controlar el precio de la electricidad. Una medida que ha servido de ejemplo, puesto que ahora otros países europeos valoran seguir los mismos pasos con el fin de supervisar un mercado eléctrico que parece roto.

La subida del precio de la luz

El precio de la energía ha sufrido subidas considerables de forma paulatina desde comienzos de 2021. Un cúmulo de eventos ha provocado esta situación: la política monetaria de los Bancos Centrales, la reapertura de la economía post Covid-19 y, posteriormente, la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso.

La excepción ibérica y el tope del gas

En marzo de 2022, alentados por las subidas exponenciales en el precio de la luz, los gobiernos de España y Portugal pidieron a Bruselas introducir una excepción en el mercado eléctrico de la península: lo que se ha conocido como la Excepción Ibérica.

El mercado eléctrico en España, y en gran parte de Europa, se rige por subastas marginalistas. En otras palabras, la factura de la luz viene determinada por el precio marginal (más caro) que se pague en un momento concreto. La naturaleza de este tipo de subastas es lo que provoca que el precio de la electricidad tenga una correlación tan alta con el precio del gas, que suele ser una de las fuentes de generación de electricidad más caras.

El Gobierno de España defendía que no tenía sentido que fuentes de generación que suponen menos de un 30% del mix total definiese casi en su totalidad el precio de la luz. La Excepción Ibérica consistiría en un tope del gas, y controlando una de las fuentes de generación más caras, se podría controlar el precio del MWh de electricidad.

Los efectos del tope del gas

Con el tope del gas se ha conseguido amortiguar la subida del precio de la luz. El precio del mercado diario de la electricidad ha pasado de aproximadamente 250€/MWh a 160€/MWh. Sin embargo, dicha medida ha traído consigo un concepto nuevo en las facturas de los españoles: el mecanismo de ajustes de coste de producción, que también es conocido como ajuste por el tope del gas. Dicho ajuste puede ser incluso más caro que el propio precio de la electricidad en el mercado diario.

Ampliar

En la actualidad, no todos los puntos de suministro pagan dicho ajuste por el tope del gas. Hay contratos en vigor que quedan exentos de tener que pagar dicho concepto. Para estos casos, la mayoría de clientes han sido avisados de que, en cuanto se extinga el contrato, el cliente deberá pagar dicho ajuste en sus próximas facturas.

El resultado en España y el contagio a Europa

Es muy difícil saber qué habría pasado en España si el tope del gas no hubiese sido implementado. Pese a que el precio mayorista de la electricidad se ha reducido, el importe total de las facturas de los españoles, que incluye el tope del gas, no lo ha hecho. Podría ser también que, sin la medida, estaríamos pagando mucho más por nuestras facturas de la luz. Lo que sí sabemos es que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha anunciado en los últimos días que buscará adoptar medidas parecidas para el resto de Europa. En concreto, la presidenta aboga por topar los ingresos de las compañías que gestionan fuentes de generación de bajo coste.