Descalabro en la estrategia del PP

Barcelona

Bastante alborozo en el Gobierno. El discurso de ayer de la presidenta de la Comisión sobre el plan de respuesta energética europea a Rusia ha sido recibido como una bendición por el poder español. La ministra de Hacienda ya ha prometido hoy adaptar el nuevo impuesto -a las energéticas y a la banca- a lo que acabe acordando la Unión Europea. Claro que el resultado seguirá la línea de las propuestas enunciadas ayer por Ursula von der Leyen. Y estas están inspiradas, casi calcadas, de las que ha ido formulando España desde hace un año largo.

En cambio, la oposición acaba mal la semana, como descalabrada y desorientada, sin apenas reaccionar, algo que también satisface por partida doble a sus rivales. Y es que la presidenta de la Comisión, que pertenece al mismo Partido Popular Europeo que Alberto Núñez Feijóo, ha desbaratado los argumentos del equipo conservador español. Y ha ensombrecido su trabajoso documento sobre el tema. Pues en vez de cuantiosas reducciones de impuestos, Bruselas propugna limitar los ingresos de las compañías eléctricas y poner una fuerte tasa a las petroleras y productoras de gas. Cuando el Gobierno español tomó medidas similares, los del PP le acusaron de "felonía fiscal permanente y generalizada", de apoyar una "economía arbitraria y doctrinaria" y de ser próximo "al comunismo más bilioso". O sea, en pura lógica deben considerar que la presidenta Von der Leyen, una acreditada demócrata-cristiana, es felona, doctrinaria y una comunista biliosa. ¡Bingo!

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