La 'Ley Sara', un arma para acabar con negligencias en cirugías estéticas: "Nos llena de orgullo que con una desgracia al final se puedan salvar vidas"

Dos de diciembre de 2021. Sara Gómez se decide después de tiempo dudando. Se va a someter a una cirugía estética, a una liposucción. Ese día entró en un centro privado de Cartagena para lo que iba a ser una intervención rápida, pero ya nunca volvió a salir por su propio pie. 29 días después murió en el hospital tras no poder superar las graves lesiones provocadas por la operación. La familia emprendió entonces dos luchas, como afirma su hermano, Rubén Gómez. Por un lado, la judicial, con la denuncia al cirujano cuya especialidad no era la que prometió. La otra batalla era la legislativa, que está a un paso más cerca de materializarse. La Ley Sara, que busca perseguir las negligencias médicas en este campo y que ha impulsado el entorno de esta víctima, llega al Congreso. «Nos llena de orgullo que, desde Murcia, con una desgracia como la que le ocurrió a mi hermana al final se puedan salvar vidas». Esta Proposición No de Ley (PNL) se va a centrar en enriquecer las leyes existentes. Su misión principal es corroborar las capacidades y especialización de los facultativos, que no haya intrusismo laboral ni se permitan pseudociencias. Algo, que según la familia de Sara, falló en su caso. «Esa operación la realiza un cirujano cardiovascular», asegura su hermano, pero ella, en todo momento, creyó que se trataba de un cirujano plástico. Los afectados se enteraron de esto cuando ya era tarde. «Lo que nosotros descubrimos es que no tiene la especialidad, no tiene probablemente experiencia y no solo eso, sino que hay un vacío legal terrible que habilita o que no persigue esta situación: que un médico sin experiencia, sin la cualificación, sin la destreza, sin la pericia, sin la formación, pueda adentrarse a otros cometidos fuera de su ámbito. Eso en España se permite y, claro, nosotros ahí iniciamos una batalla legislativa». La historia de Sara no es un caso aislado. Según la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), una de cada nueve operaciones de este tipo en España están ejecutadas por personal sin la titulación adecuada. Para esta asociación, que es la única que engloba a estos profesionales en el país, esta PNL «es un éxito, un triunfo del trabajo de muchos años, por una reivindicación histórica que revierte directamente en la seguridad del paciente». Desde la SECPRE llevan tiempo demandando que «cada intervención se realice exclusivamente por médicos especialistas de cada materia». Ellos también exigen que se vigile «la publicidad engañosa» y que se dé al ciudadano información verídica. La PNL, conocida popularmente como Ley Sara, velará por controlar que el personal sea el cualificado para la operación ofertada y que se informe en todo momento a los pacientes sobre sus competencias y las técnicas a las que van a ser sometidos. También se propone modificar el Real Decreto por el que se establecen las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios con el objetivo de fortalecer las garantías de que todas las actividades sanitarias se realizan por profesionales que dispongan de la titulación oficialmente reconocida. Estas herramientas deben, además, ser comunes en la normativa de todas las comunidades autónomas, para que el control a estos centros sea efectivo. Además de esto, la familia de Sara pide que se regule la publicidad. Algo que de momento no se contempla en esta PNL. Sara conoció la clínica a través de las redes sociales y las imágenes de supuestas pacientes, sumado a ofertas irrechazables, le hicieron decidirse. «A ella le dicen en un primer momento que la operación cuesta 8.500 euros. Con el Black Friday y por medio de un WhatsApp, como si fuera un mercado callejero, le descuentan casi 3.000 euros. Eso provoca que dé el paso definitivo». Fue el empujón, pero igualmente lo habría hecho tarde o temprano. «Lo tenía claro porque el Instagram del cirujano era presumiblemente un perfil de una persona bastante, bastante experimentada. Sara en todo momento creía que se estaba exponiendo ante un personal con cualificación y con experiencia. Al final ninguna de las dos cosas». El pasado martes la PNL aterrizó en la Cámara Baja. El PSOE, partido que la ha impulsado, pidió «unanimidad» al resto de formaciones. La diputada socialista Marisol Sánchez Jódar insiste en que esta proposición es esencial para «garantizar la calidad y la seguridad de las pacientes en las actividades sanitarias relativas a la cirugía estética [...] para dar mejores garantías». Como es el acceso a la información real de los conocimientos que posee el personal médico. «Estamos hablando de algo que se viene demandando: un mayor acceso a la información para poder saber en cada momento que el profesional en el cual están poniendo sus vidas reúne la especialidad adecuada para realizar la intervención que se ha contratado», apostilla. El Ministerio de Sanidad, además, ya ha anunciado que está trabajando con los especialistas del sector y las comunidades autónomas en un nuevo registro de profesionales sanitarios que estará disponible en breves semanas, según Sánchez Jódar. La PNL finalmente ha conseguido este jueves un gran respaldo en el Congreso: de 348 votos emitidos, 292 votos han sido a favor y 56 han sido abstenciones, pertenecientes a Vox. La familia de Sara celebra la noticia y Rubén Gómez, su hermano, tiene claro que no van a parar hasta ver que se cumple: «Ella luchó durante 29 días a pesar de todo y qué menos que nosotros le devolvamos esa fuerza. No solo por ella, sino por todos».

La 'Ley Sara', un arma para acabar con negligencias en cirugías estéticas: "Nos llena de orgullo que con una desgracia al final se puedan salvar vidas"

Una de cada nueve operaciones de este tipo en España están realizadas por personal sin la titulación adecuada, según la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética

Minerva Marcos López

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