Mona Chollet y el patriarcado que sabotea la heterosexualidad

París / Madrid

Cuando se publicó el libro en Francia, inmediatamente se situó en las listas de los más vendidos con 30 mil ejemplares en menos de un mes. Mona Chollet es un icono feminista en su país. Nos atiende desde París para hablarnos sobre cómo hay otras formas de entender las relaciones heterosexuales más allá de la idea que nos venden en las comedias románticas.

“Vivir en una sociedad capitalista con un trabajo y normas laborales muy invasivas, que no son muy gratificantes para la mayoría de la gente, muy invasivas y muy agotadoras... Creo que todo eso hace que no estemos en la mejor disposición para vivir una relación amorosa”

La nuestra es “una sociedad de consumo y solemos tratar nuestras relaciones como consumo, y es realmente triste. Por ejemplo, uno de los riesgos de utilizar las aplicaciones de citas es acabar marcando casillas, es decir, acabar buscando pareja como si estuvieras haciendo la lista de la compra antes de ir al súper”

¿Cómo sabotea el patriarcado las relaciones heterosexuales? “Creo que puede sabotearlas de diferentes formas. Quiero decir, en este libro quería hablar de todo un abanico de situaciones, tanto de los casos en los que el sabotaje no es muy grave o, por lo menos, no es trágico, esto es, donde solamente crea malentendidos o la imposibilidad de entenderse, pequeñas frustraciones y, también quería hablar desde el otro extremo; quería hablar de la violencia y de las relaciones violentas y tóxicas. Tenía ganas de tratar todas las situaciones posibles”

Según Chollet las mujeres han interiorizado la idea de que tenemos que hacernos pequeñitas para ser amadas y “quizá seamos demasiado amenazadoras si nos dejamos llevar para ser fuertes y estar al mismo nivel que los hombres, y esto comienza por un imperativo literal según en el cual, en una pareja ideal, la mujer debe ser más pequeña que el hombre”.

¿Es posible el cambio? “Estoy casi convencida de que podríamos llegar a modelos más gratificantes para todos. Creo que hay mucha comodidad para los hombres, porque tienen muchos privilegios, pero considero que el hecho de estar cómodo y tener privilegios tampoco es sinónimo de realización y de felicidad, y creo que ellos también ganarían mucho si tuvieran relaciones que quizá fuesen menos conformistas y más auténticas”

Sobre la violencia sexual “Las mujeres saben muy bien cuando están frente a un comportamiento de seducción o a una agresión, y creo que los hombres también pueden aprender fácilmente a diferenciarlo. Ese no es el problema real. Pero creo que esa reacción dice mucho de la sordera de la sociedad sobre la cuestión”