Paco León y su Mago de Oz 'instagramero': "Me siento una bisagra generacional entre Carmen Maura y Dora Postigo"
El actor y director presenta 'Rainbow', su personalísima y arriesgada versión de 'El mago de Oz'
Madrid
Lo que empezó como un juego -ser director de cine con su madre- es ahora todo un universo alejado de aquel costumbrismo cañí. Del lanzamiento de 'Carmina o revienta' a 'Rainbow', hay muchos Pacos León, autor en constante transformación y cambio. El actor sevillano da un salto al vacío en su cuarto largometraje como director con una adaptación libre, kitsch e instagramera de la historia de 'El mago de Oz'. Un relato con mensajes vigentes pero pensado para la generación Z, con Dora Postigo y Ayax Pedrosa encabezando una pequeña rebelión contra las viejas estructuras de la moda y el arte. Paco León crea un mundo propio, diverso, queer y multidisciplinar donde la forma es todo. Carmen Maura, Carmen Machi, Luis Bermejo y un sinfín de cameos completan esta particular incursión en sus preocupaciones estéticas y sociales. El resultado es tan disparatado como arriesgado.
¿Por qué volver a este cuento, qué te interesaba en este momento para revisitar de esta forma tan libre El Mago de Oz?
En realidad es una excusa, como otra cualquiera, para para crear un universo contemporáneo. Y El Mago de Oz me parecía que tenía una estructura bastante bonita, es un cuento muy actual porque tiene una protagonista femenina, líder de un grupo de desclasados, de tres marginados y que habla de ser uno mismo, de diversidad, de aceptarse a uno y de aceptar al otro. Son cosas bastante actuales y bastante fáciles de asumir.
Sí que que está esa idea de que solo te salvara creer en ti mismo
Eso está en el cuento y está en todos los personajes que empiezan este viaje, tienes que confiar en ti mismo. Es que yo creo que es una máxima de vida.
Hay una cosa muy interesante con el personaje de Dora. La búsqueda de la verdad para encontrarse a sí misma, como decías tú, y no persigue el éxito que pueda luego llegar ¿En eso te identificas de alguna forma con ella, en tu búsqueda como artista de la verdad?
Hay una frase que dice en la película la bruja buena. Hay muchas verdades pero cada uno tiene que elegir su propia verdad. Yo creo en eso, en eso consiste mucho también el disfrutar de la vida y en ir descubriendo un poco qué es y definiendo tu propio camino. Tú vas eligiendo que es lo que te conviene, en qué realidad te conviene vivir, vas definiendo un poco tu camino.
Y volviendo a esos personajes, hay una mujer líder, una persona con depresión, un personaje racializado y querer, uno chico explotado… ¿Hay un alegato por gente que puede estar amenazada en estos momentos? Un alegato por la diversidad
Yo más que hacer una cosa reivindicativa o social, trato de practicar eso que a mí me gustaría que fuera. Y si cojo El Mago de Oz para versionar, evidentemente hay que buscar quién es el hombre de hojalata o quién es quién de esos desclasados, esos marginados. Por eso hablo de enfermedades mentales, de problemas de expresión, de género, de diversidad al fin y al cabo, aunque no se hable de eso directamente, pero sí que se practica un poco y no sólo en los protagonistas, sino también en la figuración. Ahí nos lo hemos currado muchísimo y hay mucha gente muy interesante y de muchos tipos.
En el casting está Dora Postigo y Ayax Pedrosa, entre otros ¿Qué te interesaba de la generación Z? ¿Desde qué prisma lo miras tú?
Uno de los motores para hacer esta película ha sido también la fascinación por esta generación de artistas de veinteañeros. Bueno, Dora ni siquiera tiene 20. Me interesan muchísimo y también me apetecía juntarlos porque me siento un poco bisagra generacional entre Las Cármenes. -en referencia a Machi y Maura- y los Z.
Tú tienes ese espíritu Z de artistas que lo hace todo
Yo lo intento. Mira, el otro día hablando de la juventud y tal, yo creo que la curiosidad te mantiene muy joven. Y creo que es como el colágeno, que se pierde con la edad. La curiosidad y la capacidad de dar, de impresionarte o de sorprenderte. La capacidad de sorpresa se va perdiendo con la edad, igual que el colágeno, y creo que hay que estimularlo a trabajarlo.
Hablando de dos musas como las Cármenes, ellas dicen que tú siempre eres alguien en ebullición constante, en transformación ¿En el rodaje con ellas también hay mucha improvisación y juego?
Con los otros actores sí he improvisado más que con ellas. Ellas iban muy al texto. Siempre hay aportaciones que están bien, pero me he divertido muchísimo con ellas y era una responsabilidad manejar a esas dos señoras que te lo hacen todo. Yo lo comparo mucho como cuando te dan un piano de esos buenos y te dice que suena genial. Pero claro, depende de lo que toques, porque ellas te obedecen a lo que quieras, te lo hacen todo y todo suena bien. Para mí es un orgullo haberle dado estos personajes y que se lo hayan pasado bien y me ha parecido muy buena idea juntarlas. Me parece alucinante que a nadie se le haya ocurrido antes.
Nadie las había juntado
Ni se conocían
Y eso podía salir muy bien o muy mal
No, las conocía a las dos y sabía que iba a quedar muy bien, son dos señoras de Chamberí que tienen muchas cosas en común.
¿Y cómo es trabajar con Paco León? Porque es verdad que los actores que han trabajado contigo hablan bien
Yo creo que, como soy actor, intento cuidarlos mucho. Respeto mucho el trabajo de los actores y me divierto mucho dirigiéndolos, es lo que más me gusta de toda esta parte de ser director. Y yo creo que en mis películas los actores siempre están bien, los cuido mucho y cojo gente buena y y sobre todo gente muy interesante. Ya con más o menos experiencia, que aquí hay mucho novel, pero gente con un carisma indiscutible.
Y en la evolución de tu carrera como director, ¿sientes que con ‘Rainbow’ la creación de un universo está por encima de la narración?
Totalmente. Es una excusa para contar un universo. Un universo que no se sabe muy bien dónde se desarrolla la película, pero que tiene sus propias reglas y donde la magia se mezcla con la realidad. Y donde hay una especie de mitología contemporánea con gente que está metida en lagos y que de repente con una mitología instagramera.
Justo aquí has cuidado y juntado muchas partes de la creación artística. Música, moda, imagen… ¿todo cabe en tu universo?
Me parece que uno de los lujos que tiene el cine es que es un aglutinador de artes. Puedes trabajar con artistas de diferentes disciplinas y que se vean en el trabajo de la película. Para mí esto era el motor y el por qué de hacer la película. Sobre todo trabajar con artistas a los que admiro, ya sea de la generación Z o mayores, pero me ha dado la oportunidad de tener mil colaboraciones que en esta película se ven y no se ven. Pero desde artistas plásticos, diseñadores de moda, peluqueros, bailarines, músicos, cantantes, arquitectos de todo tipo. Para mí era hacer como una pista de baile donde invitar a mucha gente.
Y eso lo has cumplido con la fiesta final llena de amigos y cameos
Si os fijáis, todas las cosas que he hecho acaban en fiesta. Desde la Carmina, Kiki, la de Arde Madrid. Todo esto siempre acaba en fiesta. Es algo como que marca de la casa. Y aquí tenía que haber una. Una fiesta muy Gucci, muy de la moda, era una excusa perfecta también para llenarlo de cameos, aparte de amigos. Hay muchos cameos muy buscados que tienen su sentido en lo que significan. Está ahí el primer futbolista gay, lo tienes que decir porque si no la gente no lo ve, pero también Debi Mazar o Samantha Hudson, que sí se reconocen más.
Es la primera vez que haces una escena musical, ¿cómo ha sido lanzarte?
Pues el reto era hacer un musical-no musical, porque en los musicales la gente habla, canta y baila sin ningún motivo. Y aquí hemos intentado darle una justificación más o menos realista a los momentos donde se canta y se baila. Principalmente porque yo creo que en la realidad también hay mucha magia y a veces ocurre, en esa mezcla, que tú te pones unos auriculares por la calle y de repente el mundo te baila. Esa sensación la ha vivido todo el mundo. Incluso cosas que me han pasado a mí. Por ejemplo, la estampida de los de los manteros con el verano de Vivaldi. Esto fue una escena que viví tal cual en Plaza Catalunya, en Barcelona, y parecía como un momento musical que ocurren orgánicamente.
Escuchándote y viendo la película, donde todo está pensado, medido, planificado.. Has creado un universo que, desde el entretenimiento, es una declaración política
Se supone que todo es político. No tengo el punto ahí, reconozco que de lo social o lo reivindicativo huyo, sobre todo porque no tengo claro nada como para decirle a la gente mira, esto es lo que hay que hacer o esto es lo que hay que pensar. Prefiero plantear preguntas y y practicar cosas que a mí me gustan como la libertad creativa o la diversidad y dar como un ejemplo en ese sentido. Me voy a poner un poco pedante
Puedes, debes
En la película sí que hay una reflexión estética entre lo viejo y lo nuevo. Hay un mundo que está personalizado por la marca de moda, por la Machi, la Maura, la bruja, que es el estatus, el lujo, lo caro, lo bueno, lo establecido. Y esto está amenazado por esa parte joven que es subversiva y que viene ahí como a cargárselo todo. Y lo social, lo pobre, los ricos, lo joven y lo viejo. Entonces esa relación entre lo joven y lo viejo, yo que estoy ahí en medio, en medio se ven las dos orillas bastante bien. Y me siento como la bisagra generacional entre la Maura y Dora. De repente ves la moda y la música como lenguaje transversal que atraviesa todo, porque hoy en día desde las Kardashian a cualquier choni de barrio, viste y usa la misma música, exactamente la misma. Y de repente la moda o el mercado del lujo sí se miran con cierta envidia, las marcas copian a la calle y en la calle utilizan esos códigos también del lujo. Estamos muy cerca, estamos conviviendo muy cerquita.
¿Y en el cine pasa eso también, hay dos mundos, uno más viejo y uno más joven? ¿Y donde te encuentras tú?
Yo quiero ser joven siempre, aunque cada vez me cuesta más trabajo, porque ya doy el pego. Yo quiero estar joven, por lo menos de actitud. A mí me atrae mucho lo nuevo y es necesario ese cambio de orden. En el cine también. Y no es que hay que cortarle la cabeza a los viejos ni mucho menos. Creo que hay que respetarlo. Sí, y continuar. Pero dejar que pasen cosas y que vengan los jóvenes a utilizar su micrófono y a contar sus cosas. Me parece que siempre es bueno.
Es una producción de Telecinco Cinema, con los que has trabajado habitualmente. Su política es ir a salas con tres o cuatro estrenos potentes al año. Pero aquí entró también Netflix, y al final ‘Rainbow’ tendrá un estreno técnico días antes de llegar a la plataforma, ¿por qué este modelo?
Espero que sea más que un estreno técnico.Para mí la idea es volver a practicar de otra manera lo que hicimos hace diez años con ‘Carmina o Revienta’, que fue un lanzamiento en multiplataforma. Ahora ya es una realidad que están conviviendo las plataformas con el cine. Es verdad que las salas están soportando ahí ese envite de los nuevos hábitos de consumo, pero para mí el único interés es que la película se vea lo más posible y que llegue al mayor número de espectadores posible. El día 30 se estrena en Netflix en todo el mundo. Para mí es un lujo, pero que además aquí en España se pueda ver en salas también es un lujo porque es donde mejor se va a poder ver. Yo espero que convivan juntos, que mientras que está en la plataforma también la gente pueda elegir verlo en una sala.
¿Cómo crees que va a viajar internacionalmente?
Es una intriga, pero sí que está un poco pensada para viajar porque tiene referentes de todos sitios. Hay algo como americano y también es un viaje por el mundo que tiene un momento África, un momento asiático, un momento Tex-Mex, hay un momento musulmán, va viajando por todo el mundo y al ser El Mago de Oz también es una historia como muy universal, creo que se puede entender fuera bastante bien. Ojalá despierte mucho interés fuera también.
¿En qué momento de tu carrera te sientes? ¿Te piensas o repiensa mucho a ti mismo?
Esto de ser director, que es verdad que yo empecé como actividades extraescolares y ahora ya después de esta es la cuarta película y una serie, la cosa se ha puesto seria. Y supongo que no será la última cosa que haga como director. Yo creo que también me están pasando cosas como actor muy emocionantes, cosas como trabajar con Nicolas Cage, hacer cosas en inglés, otro tipo de papeles en los que antes no estaba, otro tipo de géneros, no solamente hacer comedias, sino hacer otro tipo de cosas. Me parecen que ilusionan también. No sé, la verdad es que no tengo ni idea, no tengo ningún plan. Y ahora quiero dejar la pizarra limpia para ver de qué se llena.