Encuentros ¿imposibles?
De toda la intensa agenda desplegada estos días por el nuevo rey Carlos, una visita debería provocar envidia a los españoles. La que realizó a Irlanda del Norte
Barcelona
Hoy finalmente Isabel II ha sido enterrado en Windsor. Descanse en paz. Han sido solemnes, espectaculares, muy hermosos los fastos de su adiós. Incluso para TV3, que les ha dedicado enorme atención, en contraste con el silencio que dispensa a los avatares de la monarquía española, cada cual con su capricho y con sus celos. De toda la intensa agenda desplegada estos días por el nuevo rey Carlos, una visita debería provocar envidia a los españoles. La que realizó a Irlanda del Norte. Allá recibió el pésame del presidente de la Asamblea, Alex Maskey, y se reunió con los políticos locales más destacados encabezados por Michel ONeill. `Maskey y O'Neill son destacados miembros del Sinn Feinn, el partido antibritánico que predica la reunificación con la República de Irlanda y que es el brazo político y el legatario del terrorista IRA, el grupo que en 1979 mató en atentado a Lord Mountbatten, tío y padrino del nuevo rey.
Encuentros ¿imposibles?
El monarca le saluda impasible, como lo hizo Isabel II hace diez años con el dirigente del IRA, Martin McGuinness. Impecable. A muchos nos gustaría contemplar un encuentro así de Felipe VI con los sucesores de ETA, aunque esta nos siga repugnado, incluso posmortem. La diferencia con Reino Unido está en que España no ha sido potencia colonial ni racista en Euskadi y en que el IRA pidió en 2002 sus más sinceras disculpas por los asesinatos cometidos. En cambio, Herri Batasuna y Bildu, de momento, solo han lamentado el dolor causado a las víctimas que nunca debería haberse producido. Alguien lo causó, ¿no es cierto? ¿No tienen nada más que añadir?
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...