La temperatura del Mediterráneo superó los 31 grados este verano
Baleares ha registrado el máximo histórico de toda la red de boyas de Puertos del Estado. Teresa Ribera insiste en la necesidad de anticiparse a los "desafíos climático"
Madrid
La temperatura del agua de mar en España ha registrado valores récord este verano, según las diversas boyas de las redes de medida de Puertos del Estado. El agua de Ceuta, Cabo de Gata, Cabo de Palos, Valencia, Tarragona Exterior y Dragonera han superado las temperaturas máximas medidas desde que empezaron a funcionar, siendo, además, los 31,36 grados de la boya de Dragonera, medidos en el mes de agosto, el récord absoluto de las redes de Puertos del Estado desde que hay registros.
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Aunque este episodio de calentamiento ha sido más acusado en el mar Mediterráneo, donde se han registrado varios récords absolutos, también ha sido notable en el mar Cantábrico y Canarias. En estas zonas, sin haber llegado a marcar valores de récord histórico, sí que se han superado los máximos asociados a los meses de julio y agosto en diversas estaciones.
El agua de la Dragonera, en las islas Baleares ya ostentaba el récord histórico de temperatura del agua desde el año 2018, cuando registró 31,27 grados. Este verano se ha vuelto a batir esta marca en dos ocasiones al medir 31,34 grados el día 11 de agosto y luego al alcanzar los 31,36 grados el 24 de agosto. Por lo tanto, queda como el mayor valor registrado de temperatura del agua.
Récords de temperaturas en el Mediterráneo
- Baleares: 31,36 grados el 24 de agosto.
- Valencia: 29.94 grados el día 11 de agosto superando el valor de su anterior récord de 28,65 obtenido en agosto de 2015.
- Tarragona: 29,77 grados el 11 de agosto, por encima de su anterior máximo, 29,56 grados que databa de agosto de 2018.
- Cabo de Palos: 29,37 grados el 28 de julio.
- Cabo de Gata: 27,93 grados el 25 de julio.
- Ceuta: 24,6 grados, dos más que su anterior récord, 22,6, registrados en agosto de 2016.
Valores elevados peor sin récords históricos en costa atlántica
En la costa atlántica, los valores de la temperatura del agua no han sido tan elevados y tampoco han registrado récords históricos globales, aunque sí se han superado valores históricos asociados al mes de julio en el mar Cantábrico y en las islas Canarias.
Bilbao marcó el día 14 su mayor registro asociado al mes de julio al medir 25,6 grados. Ese mismo día, la boya de Bilbao-Vizcaya midió 24,68 grados. En este caso, el valor alcanzado constituye el mayor registro obtenido para los meses de julio y además su segundo mayor registro histórico, solo superada por los 24,95 grados medidos en agosto de 2018.
- Pasaia: 28 grados el 18 de julio.
- Tenerife Sur: 24,66 grados el día 13 de julio.
- Gran Canaria: 23,32 grados 27 de julio.
- Las Palmas Este: 23,5 grados los días 26 y 27 de julio.
En todos los casos, los valores no alcanzan los máximos históricos respectivos, que en esta zona se suelen dar en el mes de septiembre.
Ribera advierte de la necesidad de anticiparse a los desafíos climáticos
En este sentido, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha dicho que la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos como las olas de calor y las sequías aconsejan mejorar el conocimiento, la preparación y la capacidad de respuesta urgente ante el desafío del cambio climático. Ribera ha participado este lunes por primera vez en la presentación del balance climático del verano 2022 y la predicción estacional para el otoño, elaborado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), donde además se ha dado a conocer un informe sobre los climas áridos en España.
Para la ministra, el verano que termina "ha sido particularmente cálido, particularmente seco, fuera de lo que viene siendo habitual en climas de transición como el Mediterráneo", con tres olas de calor prolongadas e intensas que han dado lugar a sequías graves en Europa y en España e incluso a miles de fallecimientos a causa de las altas temperaturas. "Es enormemente doloroso observar cómo todavía al frente de las instituciones hay personas que se permiten hacer chistes despreciando lo que hemos visto, vidas humanas que caen como consecuencia de la ola de calor", ha lamentado la ministra.
Por ello, ha apelado a la urgencia de "buscar un control permanente sobre nuestra resiliencia, nuestra capacidad de anticipación y preparación frente al cambio climático" con el horizonte puesto en año 2030 y "en un contexto de cooperación", porque "debemos prepararnos para lo que probablemente serán veranos cada vez más cálidos y más secos". "A mediados del siglo nos podríamos estar enfrentando a veranos insoportables", ha continuado Ribera, y ha dicho que estos fenómenos climatológicos repercutirían negativamente en las actividades económicas más importantes de nuestro país, tanto en el sector primario como en el turístico o a la hora de garantizar el suministro energético.
Así, en el contexto del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, ha incidido en la importancia "de adaptar, de reforzar la capacidad de observación y seguimiento" para evitar la extensión de los climas áridos, propiciar la fertilidad de los suelos y observar una mejor gestión y atención de la producción y del consumo. En España "ha mejorado en los últimos diez años la eficiencia en el uso del agua", según la ministra, pero ha recordado que la falta de suministro afecta al 20% del territorio europeo y al 30% de la población, cifras "enormemente preocupantes" que requieren de una planificación hidrológica distinta y de medidas de "anticipación y resiliencia" frente al cambio climático.
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