Quién es Giorgia Meloni, la líder de la ultraderecha que ha ganado las elecciones en Italia

"Sí a la familia natural, no a los lobbys LGBT; sí a la identidad sexual; no a la identidad de género; sí a la cultura de la vida; no al abismo de la muerte; sí a la universalidad de la cruz, no a la violencia islamista; sí a las fronteras seguras, no a la inmigración masiva". Esta incendiaria arenga, a voz en grito, fue la carta de presentación de Giorgia Meloni en España, durante un mítin de Vox en Málaga en el marco de la campaña para las pasadas elecciones andaluzas.

El fondo del discurso de Meloni no ha cambiado, pero ya no eleva el tono (tanto) como entonces. Y esa es, quizás, la clave de que se haya convertido en la elegida para gobernar Italia tras las elecciones de este domingo. "Es un tono que a veces me sale, sobre todo cuando estoy cansada", justificó en el único cara a cara con su principal rival, el candidato del Partido Democrático, Enrico Letta.

Nacida en Roma en 1977, la líder de la ultraderecha italiana se crió en la Garbatella, un barrio popular de la capital italiana, bajo el amparo de una madre soltera que se desvivió por sacar adelante a Giorgia y a su hermana Arianna. Su padre las abandonó cuando todavía eran muy pequeñas para mudarse a Canarias, según cuenta la propia Meloni en su autobiografía Io sonno Giorgia.

Ya desde su adolescencia, Meloni se implicó activamente en política. A los 15 años, comenzó a militar en el Frente de la Juventud (FdG, por sus siglas en italiano), la sección del Movimiento Social Italiano (MSI), considerado heredero del Partido Nacional Fascista de Benito Mussolini. Meloni destacó pronto entre los jóvenes neofascistas, llegando a convertirse en una de las líderes del movimiento.

Como parte de un proceso de refundación, la ultraderecha abandonó algunos de sus símbolos antidemocráticos. El FdG fue rebautizado como Acción Juvenil (AG), mientras que MSI pasó a llamarse Alianza Nacional (AN). Después de crear su propio movimiento estudiantil, llamado Los Antepasados (Gli Antenati), Meloni se enroló en las filas de AN en 1995. Un año después, fue elegida presidenta de Acción Estudiantil (AS), el ala estudiantil de Alianza Nacional.

Récord de precocidad en política

En 1998, fue elegida concejal de Roma, puesto que ejerció hasta 2002. En 2004, se convirtió en la primera mujer presidenta de AG y, dos años después, entró como diputada en el Congreso. A propuesta del por entonces secretario general de AN, Gianfranco Fini, fue nombrada vicepresidenta adjunta de la Cámara de Diputados de Italia, convirtiéndose en la mujer más joven en ejercer este cargo.

También fue la más joven en ser nombrada ministra del Gobierno italiano, después de que Silvio Berlusconi le encomendara la cartera de política juvenil en 2008. En 2009, Alianza Nacional se fusionó con Forza Italia (el partido de Berlusconi), pasando a llamarse El Pueblo de la Libertad (PdL). Meloni se hizo cargo de la presidencia de la sección joven del partido.

En 2012, Meloni intentó desbancar como secretario nacional del PdL a Angelino Alfano, exministro de Justicia con Berlusconi, por el apoyo del partido al gabinete de Mario Monti. Después de un intento fallido junto con sus compañeros 'antiMonti' Ignazio La Russa y Guido Crosetto, La Russa fundó su propia formación, Fratelli d'Italia (Hermanos de Italia, en español, o FdI, por sus siglas en italiano), escisión a la que poco después se sumarían Meloni y Crosetto.

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En 2014, Meloni se impuso en las primarias de FdI y, desde entonces, preside el partido. En 2016, fue candidata a la alcaldía de Roma, pero sufrió una aplastante derrota ante el Movimiento 5 Estrellas y el Partido Democrático. Tras la caída del Ejecutivo de Giuseppe Conte, a principios de 2021, se negó a apoyar a Mario Draghi. Con ello, se diferenció de los demás partidos del Parlamento, incluidos sus aliados de la Liga y Forza Italia, que sí entraron en el Gobierno.

Ese papel de política fuera de los márgenes, unido a la oportuna publicación de su autobiografía —el libro de no ficción más vendido en Italia en los últimos tiempos—, que desmonta el arquetipo de líder de extrema derecha, le ha servido para auparse como gran favorita en las encuestas para las elecciones generales del domingo. El escenario más probable que dibujan los sondeos es una coalición junto a La Liga de Matteo Salvini y Fuerza Italia, el partido que capitanea Silvio Belusconi.

¿Qué propone Fratelli d'Italia?

El ideario de Fratelli d'Italia coincide con los principales postulados la ultraderecha europea representada por líderes como el primer ministro húngaro, Viktor Orbán. Meloni defiende posiciones ultraconservadoras en lo social y liberales en lo económico. En sus discursos, hace constantes referencias a la idea tradicional de familia, y arremete contra la "islamización" que, a su juicio, sufre Europa.

En lo que difiere de Orbán —según sus propias palabras— es en el acercamiento a Rusia. "No hay que empujar a los países europeos hacia Rusia, sino traerlos hacia nosotros. Estoy de acuerdo con una Europa seria", argumentó en una reciente entrevista en Rai 3. Eso sí, Meloni aboga por replantearse el concepto de soberanía nacional en Italia y la relación de su país con la Unión Europea. "El de la soberanía es un debate que debemos plantear sin tener que decir que nos vamos de la Unión Europea . El tema es relevante. No es una cuestión de enemistad con Europa, sino de organizar mejor la defensa del interés nacional frente a Europa".

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Al igual que sus socios de La Liga, Meloni también denuncia la "inmigración ilegal" y reclama estrictas medidas para evitar la "llegada masiva" de imigrantes: desde el cierre de puertos para impedir que desembarquen los barcos de las ONG, hasta la creación de nuevos centros de vigilancia y deportaciones. Por otra parte, sus posturas son similares a las de Vox en cuanto al rechazo a las políticas de igualdad —que definen como "ideología de género"— y la adquisición de derechos para el colectivo LGTBI.

No obstante, Meloni ha moderado su discurso durante la campaña previa a las elecciones. En un vídeo dirigido a la prensa internacional, la candidata de Fratelli d'Italia condenó este verano "la privación de la democracia y las infames leyes antijudías". Bajo el pretexto de que "el fascismo es histoia hace décadas", defendió que su partido "se parece más a los conservadores británicos, a los republicanos estadounidenses o al Likud israelí".