Las cicatrices del volcán de Cumbre Vieja, la ansiedad por la comida y los productos que la UE no quiere que compres

Ver cómo una vida entera se quema hasta ser solo ceniza o piedras de lava seca es la mayor cicatriz que tienen los vecinos de La Palma después de la explosión del volcán de Cumbre Vieja. La pesadilla comenzó el domingo 19 de septiembre de 2021, poco después de las 3 de la tarde. Y durante 96 días, los palmeros, España y el mundo entero, fueron testigos de la erupción del volcán de Cumbre Vieja.

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Se destrozaron las cosas, las plantaciones de plátano canario, el cementerio de la isla quedó sepultado bajo las cenizas, el aire no se podía respirar. Esa era la realidad hace un año, pero en 2022 la preocupación sigue siendo la misma: ¿podrán volver en algún momento al lugar donde estuvo su casa?

Todavía hay personas que no han recibido ayudas para el alquiler, otras a las que los recuerdos le están jugando, psicológicamente, una mala pasada. El principal problema está en Puerto Naos y La Bombilla porque las personas que vivían allí llevan un año fuera de sus casas y no pueden volver porque hay gases tóxicos. Así que, 12 meses después, hay que seguir mirando a La Palma y es es precisamente lo que hacemos en este episodio.

Comer a todas horas y vivir con hambre: el síndrome de Prader Willi

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Cerca de 3.000 personas en España viven con el drama de tener hambre a todas horas y siguen con esa sensación aunque coman constantemente. Ese trastorno tiene un nombre. Es el síndrome de Prader Willi y ha llevado a muchas personas a vivir en residencias sin cocina, para contener así la enfermedad. En Crónica 24/7 vas a poder conocer un poco más de este síndrome y vas a escuchar el testimonio de personas que todos los días se enfrentan a esta situación, como una madre que le tiene que cerrar por fuera con llave la puerta de su habitación a su hijo -así se lo ha pedido él- para que no coma de madrugada.

De los pañales a las cremas de 300 euros

El 75% de los productos que consumimos en Europa contiene sustancias químicas peligrosas para la salud... Estamos hablando de cosméticos, de pañales, de los envoltorios de plástico y del cartón de la comida, de productos de higiene personal o de limpieza. Por eso, la Unión Europa se plantea hacer, de aquí al 2030, la mayor prohibición de productos químicos de la historia.

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Hablamos de sustancias como los parabenos, los conservantes cosméticos y farmacéuticos más usados en todo el mundo, en parte porque son muy baratos. Su función es similar a la de los insecticidas: evitar que hongos y bacterias degeneren el champú o las cremas, incluso las de 100 o 300 euros. Hasta ahora la Unión Europea los prohibía de uno en uno. En los últimos 13 años ha vetado 2.000, pero en los próximos 8 años va a prohibir hasta 7.000.