¿Cómo funciona la ley electoral de Italia y por qué sus Gobiernos no suelen agotar las legislaturas?

Madrid

Italia afronta hoy unos comicios determinantes tanto para su futuro como para el devenir de Europa. Si se cumplen los pronósticos, uno de los países fundadores de la UE será gobernada por una coalición de derecha y ultraderecha: Meloni, Salvini y Berlusconi, pero, ¿cuánto durará este nuevo Gobierno? Desde 1946, año en el que se instauró la República, Italia ha tenido cinco leyes electorales distintas y tres sistemas de voto. El último Ejecutivo, el de Mario Draghi, no ha llegado a los dos años de mandato y en los 76 años de república italiana, ha habido 66 primeros ministros. El Gobierno que más ha durado ha sido el capitaneado por Silvio Berlusconi. Esta inestabilidad es una "característica" del sistema italiano, comentaba Giulia Quaggio, doctora en Historia Contemporánea y profesora de la Universidad Complutense de Madrid, aunque señalaba que "dentro de esta inestabilidad hay una estabilidad", puesto que los nombres se repiten: Meloni fue ministra durante el Gobierno de Berlusconi.

Italia estrenó en las elecciones de 2018 el sistema electoral bautizado como 'Rosatellum', en honor al diputado del Partido Democrático que propuso la reforma, Eltore Rosato. Establece un sistema doble de reparto de escaños y, teóricamente, favorece la implantación de bloques y a los partidos con mayor expansión territorial. El 36% de los escaños se reparten mediante un sistema de circunscripciones uninominales, en el que obtiene el escaño el candidato que obtenga un mayor número de votos. Esta fórmula servirá para repartir 147 escaños en la Cámara de Diputados y 74 en el Senado. Otro 61% de los legisladores -245 diputados y 122 senadores- serán designados a partir de un sistema proporcional de listas, con entre uno y ocho escaños por circunscripción, en función de la población que tengan. La normativa reserva el 2% de los escaños -ocho en la Cámara de Diputados y cuatro en el Senado- para los italianos que viven en el extranjero, también mediante un sistema proporcional de listas por partidos.

El reparto final tiene en cuenta una serie de umbrales mínimos, de tal manera que no obtendrán ningún escaño los partidos que se presenten en solitario y no logren al menos el 3% de los votos a nivel nacional. En el Senado, se establece como excepción la obtención del 20 por ciento de los sufragios en una región. Para las coaliciones, el umbral mínimo se eleva hasta el 10%. Un sistema que, según explicaba Quaggio, favorece la formación de coaliciones. Sin embargo, resalta que "los Gobiernos se llegan a formar con coaliciones con menos dificultades que en España, pero después hay muchos problemas para mantenerlas y esto es la causa principal de la caída de los gobiernos". Otra de las razones es la 'fluidez ideológica': "La facilidad con la cual en Italia van naciendo nuevos partidos. Italia ha sido para bien y para mal, también un laboratorio para político, para nuevas formaciones políticas o experiencia políticas para los demás países europeos", señala. "Pensemos en la llegada del fascismo antes del nazismo o de Berlusconi antes de Trump o el movimiento Cinco Estrellas".

¿Cuánto durará el nuevo Ejecutivo?

La experta señala que es una pregunta "bastante compleja". Los sondeos muestran que Fratelli de Italia va a ganar con un 25 o 26%, pero, la historiadora señala que en los últimos días, la prensa italiana ha puesto de relieve que hay varias diferencias, también dentro de la coalición hay diferencias con respecto a la política exterior sobre Europa, sobre economía, etcétera. Aun así, cree que "vayan a encontrar su unidad".

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Italia apura su giro a la derecha

24:10

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