Código de Barras
Sociedad

Las cifras del desperdicio alimentario: 250 euros a la basura en comida que no consumes

El cocinero Sebastián Simón propone recetas de aprovechamiento para no tirar nada, ni siquiera las cáscaras de los alimentos

Tarea pendiente, ponerle fin al desperdicio de alimentos

En un momento en el que la inflación merma cada vez más el bolsillo de los consumidores, los españoles tiran a la basura una media de 250 euros al año en comida que compran, pero no consumen. Es uno de los problemas que se intenta combatir: el desperdicio alimentario. El Gobierno aprobó en junio de este año un proyecto de ley para reducir los desechos en todas las fases de la cadena, pero en los hogares es donde será más complicada su aplicación y donde primará, ante todo, la concienciación.

Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2021 cada español desperdició 28 kilos de comida, más de un 4% de los productos que había comprado. Nuria de Pedraza, directora del proyecto de desperdicio alimentario de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC) explica en Código de Barras que los productos que más se tiran son las frutas y verduras: "El producto fresco cuesta más conservarlo, transportarlo, y eso se nota especialmente en verano, porque es cuando nos surgen muchas actividades imprevistas". En segundo lugar están el pan y la bollería, unos productos que según los estudios de AECOC, el consumidor percibe que tienen poco valor porque son baratos. "Esa es una de las mentalidades que hay que cambiar. Cada vez que tiramos un producto a la basura tiramos recursos naturales, el esfuerzo del agricultor, del ganadero, de los que lo comercializan y lo transportan. Detrás del desperdicio alimentario hay un fracaso de todos", defiende De Pedraza.

En 2021 los hogares españoles tiraron menos comida que el año anterior, pero las cifras revelan que todavía hay mucho camino por hacer. Una de las claves para conseguirlo es retroceder a determinadas costumbres que se han ido perdiendo con el tiempo. "Nuestros mayores sabían hacer recetas de aprovechamiento, pero eso de generación en generación se ha ido perdiendo", lamenta De Pedraza.

Sebastián Simón es una excepción. Es joven, pero está convencido de que en su casa debe evitar generar basura orgánica. Es cocinero y, con imaginación y creatividad, ha lanzado su libro 'Cocina Zero Waste' (Oberón). En él recoge recetas de platos tan curiosos como las empanadillas de cáscara de plátano, la horchata de semillas de melón o el brownie de posos de café. "Tengo compañeros que se ríen de mí cuando llego con una receta", bromea Simón. Asegura que el objetivo por el que lo hace es la sostenibilidad, pero defiende que tiene beneficios personales: "Al final ahorras en tu economía doméstica y te alimentas mejor", explica.

Aunque comer una empanadilla hecha con la cáscara de un plátano puede sonar, a priori, poco atractivo, lo cierto es que al probarlo dista poco de una empanadilla de carne mechada. "Si nos quitamos los prejuicios, las cosas están buenas", explica el cocinero, que pese a que tiene todo tipo de recetas originales, reconoce que no hay mejor plato de aprovechamiento que las croquetas de siempre.

Julia Molina

Es periodista en la Cadena SER desde 2017. Estudió...