Los cubanos acuden a las urnas para decidir la legalización del matrimonio homosexual y la adopción
Los cubanos votarán si aprueban o no un "Código de Familia" que ha pasado por 25 borradores, 80.000 asambleas públicas y 300.000 sugerencias de los ciudadanos. Para que se apruebe, necesita más del 50% de los votos
Madrid
Los cubanos han acudido a las urnas este domingo para votar un paquete de medidas que cambiará la cultura "machista" de larga data de la isla y legalizará el matrimonio homosexual incluso cuando el país lucha con una crisis económica cada vez más profunda. Si se aprueba, el "código de familia" de 100 páginas pondría a Cuba a la vanguardia de la política social progresista en América Latina, legalizando el matrimonio entre personas del mismo sexo y las uniones civiles, permitiendo que las parejas del mismo sexo adopten niños y promoviendo la distribución equitativa de los derechos domésticos y las responsabilidades entre hombres y mujeres.
El presidente Miguel Díaz-Canel, que ha acudido con su mujer para votar en el suburbio habanero de Siboney, ha señalado a los periodistas que el código elimina prejuicios y tabúes arraigados en la sociedad cubana. "Mi expectativa es que la mayoría de la población vote 'sí'", ha dicho Díaz-Canel. "Pero independientemente de que gane el 'sí' o el 'no'... el debate popular que se ha generado ha contribuido a nuestra sociedad", ha añadido.
Se espera que el código, que ha sido objeto de 25 borradores, casi 80.000 asambleas públicas y 300.000 sugerencias del público, atraiga a millones de cubanos a las urnas. La medida requiere más del 50% de los votos emitidos el domingo para convertirse en ley.
La mayoría de las iniciativas electorales anteriores en Cuba han sido aprobadas de manera abrumadora, pero una crisis económica que ha provocado largas filas para obtener alimentos, medicinas y combustible ha planteado la posibilidad de un voto de protesta contra el gobierno. "Tenemos que acostumbrarnos a que en temas tan complejos, donde hay diversidad de criterios... puede haber gente que vote para castigar (al Gobierno)", ha indicado Díaz-Canel. "Eso también es legítimo".
La votación del domingo será la primera de su tipo desde que se legalizó Internet móvil en 2018, lo que ha permitido que las opiniones disidentes se propaguen más ampliamente. No hay observadores externos e independientes de las elecciones cubanas, pero los ciudadanos pueden observar el conteo en sus recintos inmediatamente después de la votación. El Gobierno ha inundado la televisión y la radio en las últimas semanas con anuncios que celebraban la diversidad y la inclusión para promover el código. "Este código iguala a todos", ha dicho José Antonio Fernández, un habanero jubilado de 73 años que ha votado a favor de la medida el domingo por la mañana.
La Iglesia, principal opositor
Algunos conservadores sociales, incluida la Iglesia Católica Romana y los evangélicos, ven las cosas de manera diferente y se oponen a temas como el matrimonio homosexual y se quejan de que el control gubernamental de los medios ha ahogado puntos de vista opuestos. La residente de La Habana Lisandra Samon, de 36 años, dijo que ha votado este domingo pero pensó que era difícil predecir el resultado. "La votación será reñida... algunos aspectos de este código han dividido las opiniones del público, incluso de las familias", ha dicho.