La más absoluta naturalidad y una técnica impecable
Hoy 26 de septiembre cumple 80 años Emilio Gutiérrez Caba, uno de los actores más queridos y reconocidos de nuestro país. Ha ganado dos Goya; el Ondas; el Max de teatro; el Feroz; la Espiga de Honor del festival de Valladolid; la Medalla del Oro al Mérito de las Bellas Artes y otros muchos premios más. Una carrera artística que ya supera las seis décadas y en la que hay infinidad de obras de teatro, mucha televisión y más de 80 películas.
Emilio Gutiérrez Caba pertenece a una de las sagas de actores y actrices más importantes de la historia del Teatro y del Cine en España. Una saga que empezó con el bisabuelo Pascual Alba, un linotipista valenciano que empezó a actuar en el teatro a mediados del siglo XIX. “Se fue a América y cuando vuelve, entra a formar parte de la compañía del teatro Maravillas de Madrid y ya se dedica prácticamente al llamado género chico”, contaba el propio Emilio Gutiérrez Caba en el documental de la 2 Imprescindibles. La nieta de Pascual era la actriz Irene Caba Alba que se casó con otro actor, Emilio Gutiérrez, y fueron padres de tres hijos: Emilio, el pequeño, Julia e Irene. Los tres hermanos crecieron entre las bambalinas de los teatros. De hecho, Emilio nació en Valladolid en una de las giras teatrales que sus padres hacían por toda España.
En 1962, con tan solo 19 años, debutó en el teatro y un año después lo hacía también en el cine con una película de Pili y Mili, Como dos gotas de agua, en la que hacía de pretendiente de Pili. 1965 fue un año clave en su carrera ya que ese año participó en tres películas de éxito: el drama fantasmal La llamada; La caza, a las órdenes de Carlos Saura y Nueve cartas a Berta, de Basilio Martín Patino. Tres películas que lanzaron la carrera cinematográfica del actor. La caza y Nueve cartas a Berta son dos exponentes del mejor cine de autor español de los años 60, pero Emilio Gutiérrez Caba hacía también mucho cine comercial: películas de Marisol, de Rocío Dúrcal o de Paco Martínez Soria. Y, claro, también estaba la televisión. Series como Diego de Acevedo, los dramáticos de Estudio 1, o las Historias para no dormir de Narciso Ibáñez Serrador hicieron del suyo un rostro muy popular para el público español.
A lo largo de los años 70 intervino en numerosas películas, como Viva la clase media de José María González Sinde, junto a su hermana Irene, o Doña Perfecta, adaptación al cine de la obra de Galdós. En los 80 el actor participó en algunos de los mejores títulos del cine español de esa década: La colmena, Werther, Las bicicletas son para el verano, Réquiem por un campesino español o ¿Qué he hecho yo para merecer esto? de Pedro Almodóvar. En los años 90 disminuyó su producción cinematográfica, que no la teatral que nunca le ha faltado, pero a comienzos del siglo XX vio cómo su carrera en el cine se relanzaba gracias a La Comunidad de Alex de la Iglesia. Un papel por el que ganó el premio al mejor actor de reparto en la ceremonia de los Goya de 2001. En esa ceremonia, su hermana Julia también ganó el Goya como mejor actriz de reparto por su trabajo en You are the one de José Luis Garci. A la fiesta de los Gutiérrez Caba solo faltó su hermana Irene, fallecida en 1995. Al año siguiente, Emilio Gutiérrez Caba volvería a ganar el Goya al mejor actor de reparto por El cielo abierto de Miguel Albaladejo. Y en 2007 fue nominado de nuevo por La torre de Suso de Tom Fernández. Desde entonces el actor no ha parado, estrenando películas todos los años, con ese buen hacer al que nos tiene acostumbrados y que su sobrina-nieta, la actriz Irene Escolar, define a la perfección. “Es una combinación perfecta entre la más absoluta naturalidad, pero con una técnica impecable”, dice.
Hace poco le vimos interpretando al Gobernador del Banco de España en la película Way down y dentro de poco le veremos en Fenómenas, haciendo de cura parapsicólogo junto a Belén Rueda y Toni Acosta. Además, en los últimos tiempos Emilio ha sumado a su currículum el oficio de escritor. En 2019 publicó El tiempo heredado, un homenaje a las mujeres actrices de su familia y ya tiene listo otro libro que se editará en breve. “Se titula Actores en proceso y cuento una serie de vivencias que he tenido a lo largo de las películas. Cuento las de los demás, no las mías, porque uno siempre se pone bien en las autobiografías. Cuento cómo era trabajar con Rocío Dúrcal, con Marisol, lo que me producía a mí estar a su lado”.
A pesar de los 80 años que hoy cumple el actor tiene claro que no piensa retirarse. “A nosotros no nos gusta retirarnos. Nos gusta que nos retire la salud o la muerte. Eso es lo único que nos puede retirar”, dice. Como los Ozores, los Larrañaga-Merlo, los Guillén-Cuervo, los Molina o los Bardem, los Gutiérrez Caba constituyen una de las familias sin las que resulta imposible entender la historia del teatro, el cine y la televisión en España. Una historia a la que Emilio ha contribuido notablemente con sus ya más de 60 años de actividad profesional. Una carrera en la que siempre ha defendido el papel creador que tienen los actores. “Un Hamlet hecho por un actor o por otro varía mucho. Por lo tanto hay que asumir que también nosotros somos creadores y que eso devenga unos derechos de creación. Eso no significa que haya que restárselos a los demás. Como decía Bergman, está el texto, nosotros y el público”.