Ramón García: "Una vez dije que no me gustaba la Navidad y casi me matan”

Madrid

Hay muchas palabras que se han puesto de moda y la mayoría no molan (véase Metaverso, Qatar o Meloni). Procrastinar sería también una de esas y viene a ser un “paluego” en una muela, pero en la vida. En el Transmite somos muy de calentarnos y hemos decidido que no queremos procrastinar más así que hemos celebrado ya el Especial Navidad.

Para ello hemos contado con la gente que más sabe de estas fiestas y no por ello deben amarla sin condición. El elenco ha sido tremendo empezando por Ramón García, el “campanero” por excelencia. Él nos dio el visto bueno para que hiciéramos este especial: “Adelantar la Navidad para no tener que vivirla es una gran idea”. Nosotros ya hemos hecho ese trámite, la Navidad sería como la ITV pero con más emotividad.

Y ojo que en el Transmite nos encantan esas fechas y todo lo que conlleva. Los atracones, el visitar la casa de tu tía en la que siempre hay una habitación con dos camas, una cama para dejar las chaquetas y otra para poner a los chiquillos a dormir cuando se dan por vencidos (que por cierto hay que ponerse de acuerdo para qué es cada cama, que te pones a echar chaquetas y yo ya he perdido a tres sobrinos).

Ramón García no tendría ese problema, porque sus recuerdos infantiles en estas fechas no son los clásicos: “De pequeño mi madre me daba las campanadas con una cazuela porque tenía que abrir la discoteca de la familia”. Y es que no es lo mismo que te toque esperar los regalos con todos tus primos jugando, que tener que liar bolsas de cotillón como hacía Ramón: “De niño tenía que trabajar el día de Navidad”. De ahí que a lo mejor tenga sus motivos para tener algo de Grinch: “En una entrevista de Luz Sánchez Mellado dije que odio la Navidad y no veas el pifostio que se montó”, explica.

Lo bueno de que Ramón tuviera unas fiestas navideñas diferentes es que no tuvo que ver a su tío con dos copas de más discutiendo con su otro tío por los bailes de Vinicius o si la Xavineta necesita una puesta a punto, ni defendiendo que los de sus partidos políticos roban con menos maldad. Al no tener una cena navideña al uso no tendría que vivir el momento de bajona que era cuando, nada más terminar las campanadas, te venía tu abuela a decirte: “dame dos besos, hijo mío, que seguramente el año que viene ya no esté”.

Pero cómo Ramón no tuvo suficiente con tener que trabajar de chiquillo en las fiestas tomó una decisión para introducir su propio dedo más en la llaga: “Se me ocurre trabajar en la tele y en la radio y me pongo a dar las campanadas, como un gilipollas, toda la vida”. Y sí, el año pasado también, cuando se unieron las dos Españas: los del LOL y los del Varon Dandy. Fue el momento sublime en el que Ibai y Ramón García cerraron el año en Twitch: “Al juntarnos Ibai y yo para hacer las campanadas, los jóvenes se preguntaban quién es ese tío de la capa quién y los mayores que este chico gordito con barba que sale con Ramón quién es”.

Puede parecer que, con motivos más que sobrados, Ramón pudiera tener animadversión con la Navidad, pero nada más lejos de la realidad porque llegó algo que lo cambió todo: “Cuando mis hijas eran pequeñas me convertí en lo más cercano a amar la Navidad”. Después de este momento azucarado como turrón de mazapán con crema de Baileys (no queremos desvelar mucho para que escuchéis el programa completo, pero sí): Ramón nos deleitó con unas campanadas como están mandadas.

De verdad, merece la pena escuchar este Transmite, porque además de Ramón, nos visitó el inventor de la procrastinación, José Mota, con su “Hoy no, mañana”. También Frank Blanco, al que tenemos un amor eterno, la radionovela con Paula Púa y el divulgador más chachi, Ignacio Crespo.

En nombre del equipo del Transmite la SER ¡Feliz Navidad y feliz 2023!