Gasoducto con agujeros
Y convertiría la que llamábamos guerra económica del gas en hostilidad violenta directa. Mal asunto. Deseemos que sea solo una pesadilla
Barcelona
Fuertes fugas en el gasoducto nórdico. El que conecta Rusia con Alemania, Dinamarca, y otros países. El gas se escapa a borbotones. Es algo muy sospechoso. Por inhabitual. Solo parecen posibles tres explicaciones. Una, una súbita avería múltiple: no se antoja muy probable. Otra, un acto terrorista de algún grupo descontrolado: sería insólito. La tercera posibilidad, una operación más o menos amparada o dirigida por el Kremlin o círculos cercanos a él.
Gasoducto con agujeros
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Si esto último fuera así, el asunto resultaría peor que grave. Indicaría que la escalada de tensión decretada por el invasor de Ucrania desborda más y más líneas rojas. Una acción violenta junto a la costa europea. Eso entonaría con el intento de recuperar la iniciativa militar, con la movilización de tropas, con las amenazas nucleares, con el refuerzo de la censura y las sanciones inquisitoriales a los rusos que protestan.
Y convertiría la que llamábamos guerra económica del gas en hostilidad violenta directa. Mal asunto. Deseemos que sea solo una pesadilla.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...