Los ecologistas alertan del "chapapote invisible" del Nord Stream: "Es como la contaminación del parque automovilístico de España en un año"

Madrid

Cuatro tubos paralelos recorren a 100 metros de profundidad en el mar Báltico una distancia de 1.224 kilómetros desde Vyborg (Rusia) hasta Greifswald (Alemania). Son los gasoductos de Nord Stream 1 y Nord Stream 2, una de las fuentes de aprovisionamiento de energía más importantes de Europa y con las que no podrá contar este invierno agravando así la actual crisis energética provocada por la invasión rusa en Ucrania. Los dos conductos sufrieron fugas este lunes que han generado gigantescos burbujeos. Hay sospechas de sabotaje por parte de Rusia, pero habrá que esperar a la investigación abierta por la compañía. El Nord Stream 1 es explotado por un consorcio dependiente del gigante ruso Gazprom con el 51%. Empresas como las alemanas EON y Wintershall Dea, la holandesa Gasunie y la francesa Engie también tienen participaciones. El proyecto fue durante mucho tiempo un modelo de la cooperación entre Rusia y la UE. Los equilibrios geopolíticos han cambiado radicalmente desde febrero.

La guerra también se libra debajo del mar. El Nord Stream 1 dejó de estar operativo por lo que la intención era que el Nord Stream 2 doblara la capacidad de importación del gas ruso a Alemania. La realidad es que ninguno funcionaba ya. Rusia había cortado el suministro a causa de las sanciones impuestas por la UE. Más allá de las consecuencias energéticas, las organizaciones ecologistas alertan del impacto medioambiental.

Un vertido similar a la contaminación del parque automovilístico en un año

"La información que nos llega de Dinamarca es desoladora. Según nuestros cálculos se han vertido a la atmósfera unas 150.000 metros cúbicos de gas metano. El gas metano es un potente gas de efecto invernadero y equivale a unas 84 veces más que el dióxido de carbono. Con lo cual, se han vertido a la atmósfera unos 30 millones de toneladas de CO2 o lo que es lo mismo, el equivalente a lo que genera todo el parque móvil de España funcionando un año", explica a la SER Francisco del Pozo, experto en combustibles fósiles y portavoz de Greenpeace.

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La presión inicial del tubo estaba a 100 bares, ha bajado a 7 y continuará haciéndolo hasta vaciarse del todo. A causa de las roturas, el gas escapará y los niveles bajarán a cero. Es en ese momento cuando el agua del mar comenzará a entrar. La reparación es complicada. Deben hacerla buzos especializados y movilizar submarinos por lo que las tareas, una vez comenzadas, se prolongarán durante varios meses.

Las tuberías contienen un gas comprimido que se expande rápidamente y a medida que sube se diluye en el océano; pero la mayor parte se libera a la atmósfera. "Aunque no es contaminante, el metano sí es un potente gas de efecto invernadero. Permanece en la atmósfera hasta 100 años. Las consecuencias de los vertidos recurrentes de la industria fósil sobre el medio ambiente no están bien contabilizadas y es un gran problema para mantener el clima en unas condiciones razonables de temperatura. Pedimos el progresivo abandono del gas fósil en nuestro sistema energético", explica el portavoz de Greenpeace.

Fuga de metano, el chapapote invisible

"Cuando el gas se expande provoca burbujas y se genera hasta cristal. Lo llamamos chapapote invisible. Si hubiese sido petróleo, el vertido sería de proporciones dantescas", aclara el especialista.

La zona ya tuvo un fuerte impacto en la biodiversidad con la construcción del gasoducto. Del Pozo descarta que se produzca una explosión en la zona por el contexto ya que la zona es de agua muy fría y la expansión del gas, rápida.

La operadora del gasoducto Nord Stream ha confirmado este miércoles que se han identificado los "daños físicos" en la infraestructura energética al noreste de la isla de Bornholm en las zonas económicas exclusivas sueca y danesa, respectivamente. Ambos gobiernos apuntaron el martes a un "acto intencionado" como causa probable de las fugas en los dos gasoductos. Desde Greenpeace prefieren no especular ya que solo favorecería un aumento de la tensión geopolítica ya de por sí tensionada.