Junts pide a Aragonès que restituya a Puigneró como vicepresidente y este lo rechaza

Barcelona

El president Pere Aragonès ha rechazado la propuesta de Junts, recibida a última hora de esta tarde, que pedía la restitución de Jordi Puigneró como vicepresidente. En un avance de una entrevista a La Vanguardia, que saldrá este sábado, Aragonés despacha las pretensiones de Junts. Los republicanos tachan de agresivo el texto que les han hecho llegar sus socios. El president asegura que "es evidente" que la propuesta "está pensada para no llegar a ningún acuerdo" y añade que "si tienen una propuesta seria, con voluntad de acordar" la valorarán.

El líder de Junts, Jordi Turull, por su parte, participa esta noche en actos de conmemoración del referéndum del 1 de Octubre, y tiende una mano a la negociación: "Pasan las horas y nuestra disposición es absoluta. Por parte de Junts no hay horarios, no hay sitios, estamos dispuestos a arreglar las cosas y situarlas donde deberían haber estado", ha afirmado en declaraciones a la Agencia Catalana de Notícies.

Además, señala que pasan las horas y que su disposición es absoluta. Sin embargo, es una negociación con fecha limite: el domingo. Después, quedará en manos de la militancia si abandonan la coalición.

La propuesta de Junts pasa por la restitución del vicepresident, a quien Aragonès fulminó el miércoles como golpe de autoridad, ante la crisis de confianza entre socios por haber amenazado con pedirle que se sometiera a una cuestión de confianza. Una votación que de fracasar acabaría con la legislatura.

Además de la restitución de Jordi Puigneró, Junts reclama que se vuelva a activar la unidad estratégica, es decir, un espacio de encuentro entre partidos y entidades independentistas para ponerse de acuerdo en la hoja de ruta hacia la independencia. Estos son, según las fuentes consultadas, los puntos de partida para iniciar la ultima negociación con fecha limite, el domingo. Después, quedará en manos de la militancia si abandonan la coalición.

Cesado por falta de confianza

Este miércoles Aragonès cesaba al vicepresidente, de Junts per Catalunya, en una jornada de alta tensión en el ejecutivo catalán, por el agravamiento de la crisis de confianza entre los socios de gobierno. Aragonès decidía por falta de "confianza" al no ser advertido de que su partido iba a plantear que el presidente se sometiera a una cuestión de confianza.

"Es un paso que me duele, pero del todo necesario para fortalecer el gobierno de Catalunya", decía entonces el presidente catalán en su comparecencia en la Galería Gótica.