Javier Roca, el entrenador de uno de los equipos implicados en la tragedia de Indonesia: "Hubo aficionados que murieron en brazos de los jugadores"

Madrid

"El que gana es el mejor, y quien pierde debe morir, es así. Es momento de reflexionar”, lamentaba en 'Carrusel Deportivo' un anímicamente roto Javier Roca, entrenador del Arema FC, tras vivir en primera persona una de las mayores tragedias de la historia del deporte. El Arema FC 2-3 Persebaya Surabaya del 1 de octubre de 2022 pasará a la posteridad como el día en el que una rivalidad futbolística de Java Oriental llegó demasiado lejos, cobrándose la vida de al menos 174 personas y dejando centenares de heridos por una invasión de campo al finalizar el encuentro. "Estoy destrozado mentalmente. Siento una carga muy fuerte, incluso responsabilidad. Los resultados mandan y determinan lo que pasa al acabar. Si hubiésemos empatado, esto no hubiese pasado", comenzaba explicando, invadido por la culpa.

"Entraron unas veinte personas al vestuario y fallecieron cuatro"

Si bien se podía esperar una invasión de campo de aficionados, recriminando a los jugadores el resultado ante su acérrimo rival, Javier Roca no esperaba semejante "batalla campal" al acabar la rueda de prensa. "Nunca pensamos que pasaría esto, los jugadores tenían buena relación con la afición. Me fui al vestuario, y se quedaron algunos jugadores en el campo. Al volver de la rueda de prensa me encontré con la tragedia y el caso dentro del estadio. Los muchachos pasaban con víctimas en brazos", recordaba el entrenador del Arema. Entre todo, hay imagen que no podrá olvidar jamás. "Lo más terrible fue cuando entraban víctimas a ser atendidas por el médico del equipo. Entraron unas veinte personas y fallecieron cuatro. Hubo aficionados que murieron en brazos de jugadores", añadía.

Aunque no vivió en primera persona la génesis de la tragedia, las imágenes que vio del inicio le hacen pensar en que "no solo hubo un causante de la tragedia". "Quedó demostrado que el estadio no estaba preparado, no esperaban un caos de tal magnitud. Fue una avalancha. Nunca había pasado nada así en el estadio, y se vio colapsado por la cantidad de gente que quería huir [...]. Creo que la policía se extralimitó, aunque no estaba en el campo y no viví el desenlace. Viendo las imágenes, quizás podrían haber usado otras técnicas", explicaba. No solo quedó ahí, ya que las ambulancias tardaron demasiado en llegar: “Es un estadio que está retirado, y estamos en una ciudad relativamente pequeña, no había capacidad para que llegasen las suficientes”.

La Liga de Indonesia ahora mismo está detenida, en medio de una investigación para ver qué ha sucedido realmente en medio del caos y la tragedia. Con todos los dirigentes presentes para resolver cuanto antes el caso, Javier Roca, que ya lleva dos décadas en el país del sudeste asiático, avisa que estos terribles sucesos "pasan en todo el mundo", terminando su comparecencia con la idea que surge a raíz de lo sucedido. "No hay ningún resultado en ningún partido, por muy importante que sea, que merezca la pena por una vida", sentenciaba.