La VentanaLa Ventana a las 16h
Sociedad | Actualidad

La biomasa, la forma más barata de calentar los hogares, dispara su precio ante la demanda

El pellet se suma a la lista que inauguró el papel higiénico

La biomasa ya no es la forma más barata de calentar los hogares: así se ha disparado su precio ante la demanda

Madrid

A cuenta de la crisis energética mundial hay un sector -que la UE considera estratégico- y que está creciendo de forma exponencial también aquí, en España: el uso de la biomasa como combustible. Se ha disparado un 40% la instalación de calderas y estufas modernas que usan astillas, huesos de aceitunas ó péllet como combustible, es decir, biomasa. Por supuesto también ha crecido el precio de este tipo de combustible; hasta un 60% en el caso del péllet y es que, una vez más, nos ha dado por acaparar.

Desde hace más de 10 años Ignacio compra en invierno el péllet que necesita para calentar su casa. Hábito que ha cambiado este año "normalmente nosotros compramos el péllet en noviembre o diciembre. Pero este año viendo la incertidumbre que hay entre guerra y el precio del péllet que está al doble de lo que estaba y no sabemos dónde va a ir, hemos adelantado la compra a primeros de septiembre. He comprado un palé que normalmente no me haría falta. Me haría falta medio; pero ante la incertidumbre he comprado el doble".

Y así clientes y clientes y clientes con espacio suficiente para almacenar esos cilindros de pocos milímetros de diámetros, la evolución más sofisticada de todo lo que sobra en el bosque y que alimentaba las estufas de nuestros abuelos. "Se está comprando con un poco de pánico por miedo al desabastecimiento. El que gasta dos palés en toda la temporada se los quiere llevar ya. No quiere llevarse uno ahora y otros en diciembre". Lo quieren ya aunque su precio se haya disparado según nos cuenta Celestino Lacasa, responsable de Maderas Cepa . Ni el IVA rebajado amortigua precios que se han llegado a disparar hasta un 70% "en enero de este año el saco de 15 kilos costaba entre 4 y 5 euros. Ahora mismo está en torno a 8 euros y medio. Ha subido al doble", constata Celestino.

Compra masiva de estufas y calderas de biomasa

Ante el aumento de la demanda muchas fábricas han doblado turnos. Algunas. trabajan las 24 horas siempre para consumo nacional. La exportación, que empujó la subida de precios, se ha terminado según nos cuentan desde la Asociación Española de Biomasa uno de sus técnicos, Juan Jesús Ramos "ha habido una presión alta en la demanda. Han venido franceses, italianos y alemanes a buscar péllet. Ahora mismo no se está exportando un solo péllet. Las fábricas están produciendo solo para consumo nacional".

Vuelta al pasado

Hay mercado. En nuestro país se ha disparado un 40% la instalación de estufas que se alimentan de biomasa. Detrás hay razones medioambientales -su huella de CO2 es neutra- pero sobre todo hay razones económicas. Volvemos a los años 30, algo que no había olvidado Alemania o Italia; pero nosotros sí tal y como recuerda Juan Jesús Ramos "ahora en España estamos redescubriendo la biomasa, pero es algo que nuestros abuelos utilizaban de manera cotidiana para cocinar los alimentos y calentarse".

Las astillas, los huesos de aceituna o el pellet son productos locales -los tenemos al lado de nuestras casas-. Cada vez que quemamos un kilo de biomasa estamos dejando de consumir medio litro de gasoleo y a pesar de las subida de sus precios, -aseguran desde el sector- esta biomasa es hasta 5 veces más barata que el gas. Por eso su uso se extiende entre los hospitales o las residencias de mayores que necesitan unos cuantos grados más tal y como recuerda este experto.

La mitad de ciudades como Soria ya se calienta con una red de calor alimentada con biomasa. El sector vive un auge histórico mientras tiene que ver como algunas de sus fábricas más pequeñas se ven obligadas a cerrar porque no pueden pagar los recibos de la luz. A ellos también les afecta por su peor lado la crisis energética. La presión ha crecido porque este año la cosecha de aceituna no ha sido buena. La astilla -la humilde y diminuta astilla- también vive un momento dulce ya que la demanda ha crecido un 50%.

David Chavarría es gerente de la planta Bioercam en Guadalajara y pone sobre la mesa un debate aplazado: "siempre se nos ha dicho que cortar árboles es malo pero hemos visto este año con los incendios que hemos tenido que es malo no cortarlos. Es mejor gestionar los bosques y sacar lo que producen que no ir acumulando y que un buen día un incendio lo queme todo". Y ése es otro uso de la biomasa, el de la prevención de incendios.

Toñi Fernández

Edición Hora 14, sección de reportajes, Hoy por...