Un lunes sin mucho que pensar

Madrid

Este lunes es de ésos en los que uno no tiene que pensar mucho en cual es la noticia de la semana pasada porque Putin ya la ha elegido por ti. Me refiero, evidentemente, a la adhesión a Rusia de los territorios de Jersón, Zaporiyia, Lugansk, Donetsk y Almendrales del Sotillo, un pueblo de Extremadura que ha sido el último agraciado con una anexión ilegal a la Federación Rusa.

En una maniobra inesperada por parte del Kremlin, Vladimir Putin ha querido despistar a las tropas ucranianas anexionando un pueblo extremeño a Rusia. La iniciativa de Moscú ha provocado la rápida reacción del alcalde de Almendrales del Sotillo, que ha pedido que se apliquen duras sanciones económicas al Kremlin para mantener la integridad territorial de Extremadura. Territorios vecinos como Romangordo, Robledillo de Gata y Jarandilla de la Vera ya se han comprometido a trabajar en bloque para, entre los tres, asfixiar financieramente a Rusia.

Mientras tanto, la comunidad internacional, sobre todo la comunidad internacional extremeña, ha denunciado que el referéndum para la anexión de Almendrales del Sotillo a Rusia no cumplió las garantías democráticas porque no hubo ni censo, ni urnas, ni referéndum. En este sentido, el Kremlin asegura que tiene garantizado el control militar de Extremadura como lo tiene de la península de Crimea. Es decir, como mucho en Almendrales del Sotillo hay un policía municipal que se llama Iván al que le gusta el vodka con limón.

Así que los camaradas de Almendrales del Sotillo, después de toda la vida siendo extremeños, se despiertan hoy sorprendidos... Y rusos. Pero con un sueño en común: a ver si ahora, gracias al imperio ruso, por fin llega el tren de alta velocidad.