Las ocurrencias de nuestro circo mediático

Madrid

Esta mañana quiero mostrar mi solidaridad con los escritores que practican el surrealismo. Viven en peligro de extinción, suplantados por las ocurrencias de nuestro circo mediático. Como profesor de literatura, estoy acostumbrado a transitar mundos muy raros, bohemias adictas a las drogas y el alcohol, desesperaciones nocturnas con rayos y truenos, provocaciones vanguardistas, qué sé yo, teatros del absurdo y caballeros locos. Pero ni el más acostumbrado al disparate puede dejar de sorprenderse en nuestros días con las ocurrencias de algunos padres de la patria.

Por ejemplo, no consigo imaginarme a ningún autor de esperpentos capaz de pedir, en declaraciones de chaqueta y corbata, que el Estado le pague un sueldo a su criada. Más que contribuir con impuestos justos, la clase media alta y las grandes fortunas deben apoyar la convivencia logrando que el Gobierno dedique el presupuesto público a pagarle el salario a sus criados. Es de nota. Y por si fuera poco hay quien le advierte a la Unión Europea que si sigue con sus medidas sobre la pesca sin control, las merluzas tendrán un ataque de soberbia y llegarán a la orilla de las playas dispuestas a morder las piernas de las bañistas. No hay logro surrealista que mejore la imagen de la merluza asesina.

Confieso que nunca me he encontrado con ocurrencias de este tipo en la poesía irracionalista, ni en el teatro esperpéntico, ni en la bohemia amiga de las alucinaciones. No, no ganamos para sustos.