O son "antisociales" o son "gastones"

Barcelona

Sorprenden algunas reacciones rapidísimas, inmediatas, a ciertos documentos. Como sucede con el proyecto de presupuestos, de páginas larguísimas y gráficos inacabables. Es imposible que en tres minutos alguien se lo haya podido leer suficientemente. Incluso en diagonal. Son admirables --digamos-- estas gentes que ya se saben la respuesta, catastrofista, claro, antes de que se les formule la pregunta de si le gusta o no. ¿No les dan envidia?

Igual es que ni se lo han mirado. Solo así se explica que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, los descalifique como "los más antisociales" que recuerda. Y que el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, su socio en varias comunidades, los desprecie como "gastones". Que se aclaren las derechas: o los presupuestos son antisociales o proyectan demasiado gasto social. Las dos cosas, al mismo tiempo, es un imposible.

Y que miren a Europa. Los que solo bajan los impuestos, como los conservadores británicos, provocan terremotos y tienen que rectificar. Solo son de fiar los que combinan cuidadosamente reducciones y aumentos: rebajas a los más débiles; aumentos a los más fuertes, sean personas o empresas. Lo hacen gobiernos de distinto signo, como el alemán de centroizquierda o el holandés de centroderecha. Solo subir o solo bajar es lo que les ocurre a los ascensores que no funcionan. Hay que subir. Y bajar. Acompasar ambos ritmos es difícil. ¿Pero quién les dijo a los que quieren mandar que era fácil?