El estado de la nación, por una Calviño exprés

Barcelona

"Pero ¿cómo puede ser que no conozca a ningún español real", le ha espetado la vicepresidenta Nadia Calviño al portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros. La frase, dicha educadamente, pero a boca de jarro, se hará viral en los anales históricos del Congreso. Porque, además de eficaz en sí misma, forma parte de una pieza oratoria brillante. Que constituye un verdadero discurso, y además, por fortuna breve, del estado de la Nación.

Claro, desde la perspectiva de los logros del Gobierno: salario mínimo digno, transporte público gratuito, sanidad eficaz, becas, avales del ICO, récord histórico de ocupados, ingreso mínimo vital... todos esos beneficios que el de la derecha extrema dice que no ha conocido a nadie gozando de ellos. Por eso, ese tipo de políticos no conoce a "ningún español real".

Habrá que comprobar si ha nacido una líder: aunque eso les pareció a Pedro Sánchez y a Yolanda Díaz, que la escucharon con gozo, y a toda la bancada de izquierdas -toda es toda, no solo una parte-, que se puso en pie y la ovacionó. Pero desde luego sí ha aparecido una oradora formidable. Y temible: porque no lanza ocurrencias, sino datos y argumentos. Calviño ha roto varios tabús de una sola tacada: no es la tecnócrata, la bruselense, la economista de élite, la superprudente en sus promesas, la que maneja conceptos muy técnicos, sino que apoyándose en todo eso, tiene alma, resulta clara y (para muchos) convincente. Ha desplegado en minutos toda la explicación de la obra de su Gobierno que el Gobierno no logra permear al respetable. Si lo hacen todos así, hay partido.