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La NASA muestra una nueva hipótesis acerca de cómo se creó la Luna: tan solo necesitó unas horas

Un superordenador muestra detalles nunca antes vistos sobre la formación de la Luna

Madrid

Hace miles de millones de años, nuestra Tierra fue golpeada por un objeto espacial del tamaño de Marte conocido como Theia del que surgió nuestra Luna. Desde entonces, los investigadores se preguntan cómo se produjo este evento espacial que resultaría fundamental para el devenir tanto de nuestro planeta como de la vida sobre el mismo. Y es que, en caso de que la Luna desapareciera de la noche a la mañana, nos quedaríamos completamente a oscuras durante las noches, sí. Pero no solo eso. La desaparición de la Luna supondría también el adiós de las mareas tal y como las conocemos y la desaparición de muchas especies que no conseguirían adaptarse a este nuevo entorno.

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A pesar de que las teorías principales parten de que la Luna se formó a partir de lo escombros de esta colisión, los científicos difieren a la hora de determinar cuánto tardaron en unirse hasta el punto de crear nuestro famoso satélite natural. Mientras que algunas apuntan a que tardaron meses e incluso años antes de forjar nuestro único satélite natural, un nuevo estudio de la NASA indica a que todo se pudo gestar en cuestión de horas. Así lo ha dado a conocer la agencia espacial a través de su página web, donde revela, a partir de sus últimos datos, que todo fue mucho más rápido de lo que pensábamos.

Un estudio que "abre una nueva gama de posibilidades"

Para llegar a esta conclusión, los científicos de la NASA han recurrido a un superordenador que ha completado con éxito la que ya es considerada como la simulación más precisa de la historia acerca de la formación de nuestro satélite. Según cuenta el Jacob Kegerreis, uno de los investigadores al frente de este proyecto, los resultados obtenidos a través de esta simulación "abren una gama completamente nueva de posibles puntos de partida para la evolución de la Luna" porque permite a los científicos ver cómo surgen nuevos comportamientos de una manera inédita.

Bajo su punto de vista, las simulaciones de baja resolución realizadas hasta la fecha pueden perder aspectos importantes de este tipo de colisiones. Por esa misma razón, el hecho de haber usado este tipo de tecnología le ha permitido tanto a él como al resto de investigadores conocer nuevos detalles hasta ahora inéditos sobre la formación de nuestra Luna. Entre otras cosas, este nuevo escenario revela que el satélite pudo ponerse en una órbita amplia respecto a la Tierra con un interior que todavía no estaba fundido. Eso explicaría propiedades como la órbita inclinada y la corteza delgada del satélite.

Una oportunidad para conocer más acerca de la Tierra

A pesar de que este superordenador ha conseguido la simulación más precisa hasta la fecha, todavía hay un largo camino por recorrer hasta conocer cómo se forjó realmente nuestro satélite. De hecho, apuntan a que tendremos que esperar a las futuras misiones Artemis para saber más acerca de la historia de la Luna. Tal y como cuenta Kegerreis, el hecho de recopilar muestras de diversas partes de la Luna, principalmente las situadas a una mayor profundidad que las extraídas hasta la fecha, podrían ayudar a comprobar hasta qué punto se parecen los datos obtenidos a través de dichas investigaciones con los de la Tierra.

Un estudio que, tal y como explica el investigador Vincent Eke, también nos ayudaría a conocer más acerca de nuestro propio planeta: "Cuanto más aprendemos sobre cómo se formó la Luna, más descubrimos sobre la evolución de nuestra propia Tierra". El coautor del artículo asegura que sus historias están entrelazadas y que podría repetirse en las historias de otros planetas cambiados por colisiones similares o muy diferentes.

David Justo

(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en...