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Cuando una mujer es víctima de violencia sexual: la vida después del trauma

El centro de crisis Pilar Estébanez atiende gratuitamente a mujeres como Lissi, víctima de agresiones desde los 7 años y que recupera su vida gracias a una terapia integral especializada en este tipo de violencia de género

Reportaje EP 41 | Cuando una mujer es víctima de violencia sexual: la vida después del trauma

MADRID

Según el último informe de Sigma Dos para el Instituto de las Mujeres: un 36% de las jóvenes entrevistadas denuncian tocamientos no deseados, un 46% comentarios sexuales en redes sin consentimiento y un 9% ha sufrido un intento de violación o violación consumada. Otros datos: más del 80% de las víctimas de agresiones sexuales en España no acude a ningún recurso de ayuda, el 25% no lo cuenta a nadie y muchas mujeres no saben dónde acudir más allá de la policía o el centro de salud.

Para intentar revertir la tendencia, mañana entra en vigor la Nueva Ley de Libertad Sexual, conocida como la "Ley de solo sí es sí" que contempla, entre otras cosas, que, en 2023, cada comunidad autónoma tenga al menos un "centro de crisis contra la violencia sexual", un servicio -bastante desconocido- especializado e integral abierto los 365 días del año, para atender gratuitamente a mujeres que hayan sufrido violencia sexual reciente, pasada o tengan sospecha de ello. De momento, solo hay dos, uno en Asturias y otro en Madrid. En la capital es el centro "Pilar Estébanez" que ha incrementado sus atenciones casi en un 40% durante este primer semestre de 2022 con respecto al año pasado y duplicado su atención telefónica.

Con un teléfono abierto 24 horas

La ubicación de este centro, que depende del Ayuntamiento de Madrid, es confidencial. Se accede llamando al teléfono de atención, que asiste a mujeres, familiares y profesionales. El número es el 900 869 947, funciona 24 horas, todos los días del año. Lo atiende un equipo especializado formado por trabajadoras sociales como Estefanía Corchado, que explica cómo suelen estar emocionalmente las mujeres que solicitan ayuda: “por lo general están marcadas por sentimientos de culpa así que tratamos que sientan que éste es en un lugar seguro. En la mayoría de los casos, intentamos que vengan presencialmente al centro”.

Esta primera asistencia es clave para identificar la agresión que a veces se sale de los patrones establecidos. Belén Martín es coordinadora del centro y abogada: “no todas las agresiones suceden de noche, son físicas y las comete un desconocido, hay violencias que no implican un contacto y lo normal es que no sepamos cuáles son nuestros derechos”.

Lissi, una de las jóvenes que atiende el centro

Así se sintió Lissi, de 18 años, cuando llamó después de ser agredida sexualmente: “me hicieron sentir que le importaba mi caso a alguien. Cuando pasé por “eso”, simplemente pensé que iba a ser fuerte y no busqué ayuda”. Una siente culpa por los mensajes de “¿iba sola”, “¿cómo iba vestida?” que te acaban frenando a la hora de contarlo", explica. Pide no hablar en detalle de lo que pasó, solo de la recuperación.

Tras la conversación, la joven pasó a la atención presencial gratuita que incluye encuentros con psicólogas como Aída López que trabaja todos esos sentimientos y miedos que bloquean a la mujer. Es una terapia desde todos los frentes para que la víctima recupere la autoestima. Ellas marcan el ritmo. También trabajan presencialmente con familias y amigos de la afectada porque las consideran "víctimas secundarias" de la violencia. Han constatado la importancia de hacerlo en la recuperación de estas mujeres.

La denuncia no es imprescindible para recibir atención. Solo cuando la propia mujer lo solicita, se presta asistencia jurídica: “me sentí segura, protegida, acompañada para ir a denunciar. No es fácil, hasta te cabreas contigo misma”.

Tampoco es necesario que la agresión acabe de suceder, puede remontarse tiempo atrás. En las charlas con su psicóloga, Lissi exteriorizó que había sufrido agresiones previas: “he sufrido agresiones sexuales desde los 7 años en diferentes ocasiones. Desde entonces, me he sentido juzgada y señalada”, todo esto se trabaja en el centro. La joven ha recuperado la autoestima y su rutina, que estaba totalmente anulada desde la última agresión.

Más de 1.000 usuarias han sido atendidas en el Pilar Estébanez

Desde 2020, han atendido a más de 1.000 usuarias. Principalmente, de entre 18 y 24 años. El 53% por violación, el 8% agresión por sumisión química. Creen que las mujeres, a partir de los 34, no solicitan asistencia porque pesa más la cultura machista heredada. Cerca del 80% de los agresores son del entorno de la víctima o conocidos en redes sociales. Aspecto que también marca su silencio. Por eso son fundamentales estos centros y que se refuerce la educación afectivo-sexual desde edades tempranas, según las expertas.

La violencia sexual está considerada violencia de género: "cualquier acto violento o agresión, basados en una situación de desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de dominación de los hombres sobre las mujeres que tenga o pueda tener como consecuencia un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas de tales actos y la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si ocurren en el ámbito público como en la vida familiar o personal".

Lisi ha vuelto a ver la luz, aunque sigue en tratamiento. Quiere ayudar a otras mujeres contando su historia: “he aprendido a sostenerme, he vuelto a creer en la vida cuando mil veces no quise seguir, estoy alcanzando un punto estable. Es importante alzar la voz para ayudar a otros mujeres, decir que hay esperanza, que sí se puede salir”.

Reportaje | "He sufrido agresiones sexuales desde los 7 años, no sabía dónde acudir": así son los centros de crisis contra la violencia sexual, atención integral 24 horas durante todo el año

Laura Piñero

Cartagena (1985) Periodista de la SER desde 2009....