Por qué no podemos saber cuál fue la primera película española
Un fuerte debate entre historiadores y regiones se mantiene en torno al primer título rodado en nuestro país tras la invención del cine
La incapacidad para ponerse de acuerdo en España alcanza hasta para definir cuál fue la primera película de cine que se rodó y se estrenó en nuestro país. Es imposible dilucidarlo, aunque manuales, revistas, periódicos, crónicas e incluso instituciones hayan elegido la suya. La historiografía del cine español no se pone de acuerdo porque no hay pruebas concluyentes para establecer cuál fue la primera de todas nuestras películas. La historia se basa en el estudio de las fuentes y esas fuentes discrepan. De modo que hoy, que celebramos el Día del Cine Español, no tenemos un título pionero, sino varios.
Hay tres películas que compiten por llevarse ese mérito. Tradicionalmente, el título oficial, la reconocida como primera película rodada en España, era Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza, del aragonés Eduardo Jimeno. Junto a ella aparecen otros títulos como Riña en un café, del catalán Fructuoso Gelabert y El entierro del general Sánchez Bregua, del gallego José Sellier.
Hay que tener en cuenta que el cinematógrafo de los hermanos Lumière llegó a España en 1896. Las primeras exhibiciones con público fueron durante las fiestas de San Isidro en Madrid, el 14 de mayo, en la Carrera de San Jerónimo. Luego Alexander Promio, un mes después, rodó en Madrid varias películas que hoy se conocen con el nombre genérico de Vistas Españolas, como Llegada de los toreros a la plaza, La Puerta del Sol, La Puerta de Toledo... En ese momento, los Lumière venden sus cámaras. Uno de los primeros en comprar es José Sellier Loup, fotógrafo de A Coruña, y la usa para grabar estampas locales de su ciudad. En junio de 1987 filma El entierro del general Sánchez Bregua, trabajo que no se conserva. Eduardo Jimeno Peromarta y su hijo Eduardo Jimeno Correas fueron otros de los primeros en comprar el invento parisino. Con ella rodaron su película en fiestas del Pilar de Zaragoza, su ciudad.
Antes de entrar en el debate, hay que aclarar algunos aspectos. El primero de ellos, si hablamos de película con argumento o una mera toma de imágenes, como eran habituales en los inicios del cine, sobre todo en el cine de los hermanos Lumière, que fueron quienes trajeron el cinematógrafo a España. En ese caso, podemos decir que de esos tres títulos el que tiene un argumento es Riña en un café, rodada en el verano de 1897. Su fecha la confirmaba el propio director: "En vista del buen éxito, a primeros de agosto de 1897 impresioné la primera película española, a la que di el título de Riña en un café", declaraba Gelabert a la revista Primer Plano años después.
Los otros dos cubren las imágenes de un hecho notorio en la sociedad de esa época y retratan un día concreto, un funeral y una misa en dos lugares distintos de la geografía española. La película de Gelabert cuenta las peripecias de seis amigos, un día soleado en una terraza en un café preparados para tomar el aperitivo. El camarero se acerca, pasa una atractiva muchacha, los hombres la piropean, la señorita liga con uno y el resto de machitos le increpan. Y acaban riñendo.
Como alerta el profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Luis Deltell, Riña en un café no existe actualmente. "Riña de un café no existe. Si la buscamos en YouTube, lo que encontramos es una reconstrucción, ya que en 1950 Fructusoso Gelabert la vuelve a grabar, pero no es la misma. Él insistió que daba igual, pero habían pasado 60 años. Me gusta mucho ponerla en clase para mostrar que no es real, porque tiene cosas cinematográfica que no existían, como el reajuste de imagen", explica a la Cadena SER. Luego la película no está conservada, aunque tengamos una aproximación muy cercana de lo que fue con esa segunda versión del propio director.
Y aquí entra en juego el segundo elemento a la hora de dilucidar quién llegó primero. Definir qué entendemos por primera película. Si a aquella de la que tenemos constancia de su rodaje, pero no conservamos una copia, o aquella de la que conservamos la copia aunque se haya rodado un tiempo después. Si hablamos de la primera película rodada en España y conservada, ahí gana la historia oficial, Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza. Es la película a la que el franquismo convirtió en fundacional del cine español. Estamos hablando de la salida de una iglesia y no de cualquiera, de la basílica donde está la patrona de España.
El problema con esta película es que se rodó después que las otras dos, aunque durante el franquismo se cambiara la fecha. “Es probablemente la primera película conservada, lo cual no es lo mismo que la primera película rodada. Este es el tema”, explica Jean-Claude Seguin, profesor de la Universidad de Lyon.
A Seguin recurrió Jon Letamendi en 1996. Por aquel entonces, un médico e investigador de cine bilbaíno. Ambos demostraron la historia oficial creada durante el franquismo en torno a esta película, con una longitud de 12,40 metros y con 651 fotogramas. Durante años se creyó que se filmó el 11 de octubre de 1896 pero, en 1996, estos investigadores documentaron que Jimeno compró la cámara Lumière en julio de 1899, por lo que la filmación sería de octubre de 1899. Algo que luego corroboraron historiadores como Román Gubern.
Tres son las pruebas que aportan estos investigadores. Por un lado, una fotocopia que encontró Letamendi de una factura de la compra de la misma cámara de los Lumière por 2.500 francos fechada el 1 de mayo de 1897. Esa factura de la compra estaba en Bilbao y ahora la conserva la Filmoteca Española. Es clave para dejar claro que antes de esa fecha no había cámara. La segunda prueba fue más compleja. Los historiadores investigan la posición de la sombra en el filme y consiguen demostrar que el sol no pudo estar a esa posición en ese año. Es decir, "el estudio de las sombras permitió saber en qué momento se rodó la película", señala Seguin a la SER.
Una tercera prueba fueron las entrevistas que Jimeno ofreció a la prensa durante los años posteriores, así como las memorias de Eduardo Jimeno, el hijo. En ninguno de esos textos se menciona una fecha anterior a la del rodaje de Riña en un café en agosto de 1987. En su artículo, La cuna fantasma del cine español: Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza, la crónica de una mentira fraguada y mantenida desde la historiografía al servicio del poder, los autores insistían en la creación de ese mito posterior, ya que la fecha del rodaje de la película aragonesa empieza a cambiarse en 1947, cuando el propio Jimeno, un feriante de profesión que compra la cámara para ganar a su competidor, muere.
Por eso, señalan Letamenti y Seguin, los historiadores franquistas, entre ellos Carlos Fernández Cuenca, son los responsables de esta falsificación de fechas y la creación de una leyenda falsa. Al franquismo le venía muy bien consolidar ese mito: mientras en Francia la primera película era La salida de los obreros de la fábrica, en la España católica era La salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza, coincidiendo con el Día de la hispanidad.
A finales de julio de 2004, se subastó en Londres un lote que contenía el equipo con el que se rodó la película Salida de la misa de doce de la Iglesia del Pilar de Zaragoza. Pertenecía a un descendiente del director. Fue comprado por 129 000 euros por una persona vinculada a la casa Lumière. El lote contenía la cámara 212 y la 264 con tres lentes. Según su número de serie ambas fueron fabricadas en 1896. Según Deltell, estudiando esa cámara, ahora en posesión de casa Lumière, podría saberse quizá el año del rodaje y, de nuevo, volvería a cambiar todo.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada...