Europa, 44-Putin, 2: cumbre "tres en uno"
Sirve de sala de espera y encuentro colectivo con los candidatos aún no maduros para entrar en la UE. Es un tipo de cumbre útil. Como el desatascador "tres en uno"
Barcelona
Dos cumbres en Praga, ayer y hoy. La de una novedosa Comunidad Política Europea, con gobernantes de 44 países y la del Consejo Europeo periódico de la UE, con 27. Por su especial significación política hay que destacar la de los 44. Sobre todo porque acudieron todos los países geográficamente europeos, invitados a Praga por la Unión. Menos dos, claro. El simbolismo se lee como un partido de fútbol: 44 a 2. Y es que la potencia invasora de Ucrania, Rusia, y su títere Bielorrusia, no tenían billete de entrada.
Europa, 44-Putin, 22: cumbre "tres en uno"
Más todavía: era una cumbre destinada a subrayar la fortaleza política y amplitud de los aliados contra la invasión. Justo lo contrario de lo que pretendía, y sigue pretendiendo Putin, dividir al continente en su provecho. Estaban los países situados en la inmediatez física con Rusia y que Moscú quiere aún imaginarlos en su esfera de influencia: Moldavia, Armenia, Georgia... y por supuesto, Ucrania. Pero eso "no significa que queremos excluir a Rusia, pero esta Rusia, la Rusia de Putin, no tiene asiento", como resumía gráficamente el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Este formato, que no puede ser demasiado frecuente, tiene varias virtudes. Ejemplifica que la Unión ya no solo se construye desde el impulso interno, sino también frente a quien se enfrenta a ella. Constituye una sala de encuentro con el Reino Unido y otros países, con los que los 27 comparten muchas cosas, pese a sus gobiernos. Y sirve de sala de espera y encuentro colectivo con los candidatos aún no maduros para entrar en la UE. Es un tipo de cumbre útil. Como el desatascador "tres en uno".
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...