"Empecé a notar calor y vi que me estaban meando": los expertos buscan respuestas al aumento de los delitos de odio, que han incrementado en un 67%

Madrid

Los delitos de odio en España relacionados con la orientación sexual o la identidad de género se han incrementado en un 67,6%, según consta en el último informe sobre estas conductas delictivas que fue dado a conocer esta semana por el Ministerio del Interior.

Según Grande-Marlaska, los datos de 2021 muestran una "preocupante" tendencia alcista del fenómeno de los delitos de odio, algo que incide en aumento desde 2014. En concreto, el año pasado las conductas de odio que más aumentaron fueron las relacionadas con la identidad sexual o identidad de género de la víctimas. Del total de 1.724 delitos de odio denunciados en todo el año, 466 casos fueron motivos sexuales o de género.

"Por mi condición he padecido diferentes situaciones violentas. Una vez, empecé a notar por detrás calor y mojado. Me di la vuelta y vi que eran dos individuos que se habían puesto a mearme encima", relata Iker, en un episodio que le ocurrió en plena calle. "Cuando me pegaron, me explicaron los que llevaban más tiempo por el barrio qué eran los nazis", cuenta otro testimonio.

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Miguel Ángel Aguilar es el fiscal de la primera unidad de delitos de odio en España, la de Barcelona. Explica que cuando empezaron a trabajar "no había registro de hechos cometidos por odios o discriminación" ni "se registraba cuantas agresiones homófobas se cometían, sino que formaban parte de la estadística general de delitos".

Aguilar explica en 'Matinal SER' que actualmente "se denuncia más, pero se agrede más a colectivos que se ocultan menos". Sobre la actual polémica de los gritos machistas propagados por los residentes del colegio mayor Elías Ahuja, lo visto es "humillante" y bajo su opinión "es constitutivo de un delito de lesión de la dignidad de las mujeres por motivos discriminatorios".

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"El odio es, desde 2015, el conjunto de expresiones con contenido, carga semántica negativa, contra una persona o grupo por distintos motivos: raciales, sexuales, ideológicos... Y que pueden ser tendentes o no al delito y contribuyen al clima de prejuicios y intolerancia", explica por otro lado Elías Said, sociólogo.

Para remontarnos al origen del odio, hay que volver a la creación de la sociedad. "Las redes sociales construyen una mayor focalización de unos determinados tipos de odio por otros", explica Said. "Con el desarrollo de las redes se ha conseguido un perfecto espacio para la diseminación de ese odio hacia colectivos concretos", añade.

Sobre las distintas intensidades de los tipos de odio, el sociólogo explica que lo más básico, la primera intensidad, son aquellos "no tipificados como delito pero tienden a poner la lupa a determinados colectivos: 'la inmigración nos quita el empleo', por ejemplo, son expresiones tendenciosas".

"La tolerancia se enseña, la promoción de los valores democráticos. No creo que sea un tema asociado a encerrar a alguien, pero hay distintos agentes sociales que deberíamos trabajar de manera más coordinada", sentencia Elías Said.