Metaverso… ¿Qué metaverso?
Hace un año que Zuckerberg anunció su Metaverso, un mundo virtual que parecía inminente
Gafas para ver la realidad Vs gafas para entrar en el metaverso
Madrid / Barcelona
El equipo de A Vivir se reúne en una sala virtual con grandes ventanales, cómodos sillones y pantallas interactivas. A veces la cambiamos por una plaza o una playa o el bar de un pueblo porque nos gusta hacer la radio en la calle. Nuestros avatares son como nosotros pero un poco más altos, más guapos y más estilizados. Lourdes parece Lara Croft y Javier, Schwarzenegger. Los demás somos más parecidos a una panda de Minions. Pero nuestro cuerpo mortal permanece en un rincón de la cocina, en el despacho y, el más audaz, en el baño… Así nos veíamos hace un año, cuando parecía que las tecnologías iban a evolucionar tan rápido como las vacunas y nos iban a proporcionar un entorno y un mundo mejores que nos liberasen de las ataduras y miserias del que la pandemia nos estaba dejando.
Aparte de algunas pruebas, experimentos en sectores como la moda o la medicina (en Agosto tuvo lugar la primera consulta en el metaverso) O la anécdota de Live Forever (es posible que un avatar prolongue nuestra existencia una vez muertos), todo lo que lo rodea el metaverso es más teórico que práctico.
Nos preguntamos cómo podría cambiar esta tecnología nuestra forma de vivir o de contemplar la realidad. Cuáles podrían ser las consecuencias económicas, políticas o psicológicas. José Ramón Ubieto es psicoanalista y junto a la socióloga Liliana Arroyo ha publicado “¿Bienvenido Metaverso? Presencia, cuerpo y avatares en la era digital” (Ed. Nuevos Emprendimientos): “Cualquier juicio moral sobre una nueva tecnología recubre el hecho de que nosotros no estamos ya en esa novedad, que ese no es ya nuestro modo de goce antiguo. Para la gente joven es, en cambio, un mundo muy real” De momento esta nueva forma de presencia inmersiva tiene un target selectivo: se dirige principalmente a los hombres (64 por ciento), a las grandes marcas (60 por ciento) y a la Generación Z (56 por ciento) y a los Millennials (52 por ciento), ambos ya entusiastas de lo digital.
Más allá de la edad, para muchas personas, especialmente aquellas que se encuentran en una soledad no deseada lo virtual podría ofrecer algunas formas de presencia nuevas que alivien parte de su malestar. Al menos en un espacio irreal.
Paqui Ramos
Casi siempre en la radio. Siempre en la SER....