El rey Carlos III de Inglaterra será coronado el sábado 6 de mayo de 2023, en la Abadía de Westminster, en Londres. De esta manera, recibirá la Corona de forma oficial ocho meses después de la muerte de su madre, Isabel II. «La Ceremonia verá a Su Majestad el Rey Carlos III coronado junto a la Reina Consorte», ha anunciado la cuenta de Twitter de la Familia Real británica. El monarca británico, de 73 años, que ascendió al trono de manera automática al morir su madre, Isabel II, pero recibirá, tras un periodo de varios meses de luto y preparación de la ceremonia, la corona, el cetro y el orbe, lo que simbolizan su reinado. El rito religioso, oficiado por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, «reflejará el papel del monarca en la actualidad y mirará hacia el futuro, al mismo tiempo que estará enraizado en el boato y las tradiciones históricas», describió la Familia Real. La coronación es un rito que se ha mantenido casi sin variaciones desde la conquista normanda de Inglaterra, en 1066, y se ha celebrado durante cerca de 900 años en la Abadía de Westminster. Según el protocolo británico, la coronación del nuevo monarca se celebra meses después de la muerte del predecesor. Así, Isabel fue nombrada reina el 6 de febrero de 1952, justo cuando falleció su padre, Jorge VI, pero la coronación llegó más de un año después: el 2 de junio de 1953. Isabel ascendió al trono a la edad de 25 años y fue proclamada reina por sus diversos consejos privados y ejecutivos poco después. La coronación se llevó a cabo más de un año después, cuando ya tenía 27, debido a la tradición que la ceremonia festiva es inapropiada de llevar a cabo durante el período de duelo que sigue a la muerte de un monarca. En esta ocasión, el servicio religioso de mayo incluirá previsiblemente los principales elementos tradicionales que se han repetido sin alteración durante siglos, junto con algunos componentes novedosos, acordes al «espíritu de nuestro tiempo», según ha sugerido Buckingham. Entre los comentaristas de la monarquía en el Reino Unido se espera que Carlos III opte por una ceremonia algo más modesta que la fastuosa coronación de su madre, el 2 de junio de 1953, y que refleje su deseo de aplicar cierta austeridad a la realeza británica. El nuevo monarca jurará ante el arzobispo su intención de reinar su país y los otros 14 de los que es jefe de Estado, incluidos Australia, Canadá y Nueva Zelanda, «de acuerdo a sus respectivas leyes y costumbres», así como aplicar la «ley y la justicia» en sus decisiones. Camila será coronada junto a Carlos III como reina consorte con una liturgia «similar, aunque más sencilla», según describe el Palacio de Buckingham. Solo en el caso de que la nueva monarca sea una mujer, su esposo no es coronado junto a ella, como ocurrió con el marido de Isabel II, el príncipe Felipe de Edimburgo. Los portavoces oficiales del rey británico ofrecerán «a su debido momento» más detalles sobre la organización de la ceremonia del próximo año, que en 1953 reunió en Londres a jefes de Estado y de Gobierno de la Commonwealth y numerosos países.