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La nómina de los soldados españoles hace agua

Su salario apenas pasa de los 19.000 euros brutos al año. La retribución de las Fuerzas Armadas es muy inferior a otros cuerpos, como agentes de la Guardia Civil o Policía Nacional que han experimentado una subida del 38% en los cuatro años

Nomina de un soldado del Ejército español tras casi dos décadas en las Fuerzas Armadas

Madrid

“A mí me gustaría que ganaran más. Siento que cuando en su momento se incrementaron las retribuciones de otros cuerpos, no se hubiese hecho con las Fuerzas Armadas”. Quien pronuncia esas palabras es nada menos que la ministra de Defensa, Margarita Robles, consciente de las pésimas condiciones económicas dentro de la tropa y marinería de las Fuerzas Armadas. No es casual que, incluso, algún coronel se atreviese a bromear a la mismísima ministra de Defensa: “Sí, trabajamos mucho y con vocación, ahora solo nos falta que nos suba el sueldo”, como se escuchó hace unos días en una de las visitas de Margarita Robles a la Base Primo de Rivera en Alcalá de Henares.

La realidad es que la precariedad entre los militares españoles se arrastra desde hace décadas. Los datos oficiales avalan esas nóminas tan bajas. Un soldado temporal – conocido como no permanente- no llega a los 20.000 euros brutos al año. En concreto, de media, ingresa 19.545 euros, según la información de la Subdirección General de Servicios Económicos y Pagadurías del Ministerio de Defensa. Poco más recibe un cabo temporal, que gana 21.959 euros. En el caso de los soldados con condición militar de carrera - quienes tienen un compromiso de larga duración más allá de los 45 años- ingresan 22.070 euros bruto al año. En el caso de los mandos superiores, las nóminas sobrepasan los 30.000 euros anuales: Un sargento cobra 30.495 euros, un teniente 39.112 euros y un capitán otros 45.935 euros. En lo más alto de la tabla salarial está el teniente general que ingresa al año de media, 93.028 euros y los almirantes que cobran 91.593 euros.

"Yo gano 1.200 euros pelaos"

Ismael (nombre ficticio para proteger su anonimato) es soldado del Ejército de Tierra desde hace 17 años. Coge su nómina y la lee, se la conoce de memoria: “El sueldo base son 669’30 euros, contando con los trienios que tengo que son seis, son 120’18, por complemento de empleo son 340’70, la ayuda para vestuario son 26’70, más el componente general de complemento específico son 170’34 y el componente singular de complemento específico son otros 187’92. Todo eso hace un total de 1.515’74, menos lo que retienen, al final gano 1.234.72”, relata a la SER.

Su nómina es casi un calco a la de Rodrigo (nombre simulado), también soldado no permanente. En su caso lleva destinado en A Coruña desde hace 16 años: “Empecé ganando unos 800 euros y ahora gano unos 1.200 pelaos”. Vivir con esa nómina en A Coruña se hace muy cuesta arriba: “Lo llevo fatal, fatal, fatal, porque la vida en A Coruña es muy cara en cuestiones de vivienda. Aquí un alquiler por menos de 600 euros no lo tienes”. Poco dinero para asumir las obligaciones familiares porque en cuestión de semanas nacerá su primera hija: “Nos apretamos muchísimo el cinturón, miramos mucho la cesta de la compra… Pocas salidas tenemos más allá de la resignación. Me siento un poco indignado. Querer es poder. Se lleva pidiendo esto desde hace mucho tiempo”.

Ismael, miembro del Ejército de Tierra, también tiene una hija. Con las 37 horas y media que trabaja a la semana difícilmente llegan a fin de mes: “A nivel familiar tenemos que pagar los estudios de mi hija, el alquiler del piso, la telefonía, televisión, luz, agua… Hay que hacer encaje de bolillos para poder llegar a fin de mes. La perspectiva a futuro la veo mal porque si seguimos cobrando lo mismo desde hace tan tiempo, mientras la vida se encarece, hay un desbalance muy grande”.

Frente a esas nóminas, que rondan los 1.200 euros al mes, hay otros miembros de las Fuerzas de Seguridad que tienen unas condiciones bastante mejores. Por ejemplo, un Guardia Civil recién salido de la academia cobra 2.000 euros. Y en el caso de un policía nacional ingresa unos 1.990 euros en su primer año.

El Observatorio de Vida Militar, una institución oficial, que rinde cuentas ante las cortes generales, acredita que esa precariedad es general dentro de las Fuerzas Armadas. Este organismo ya recomendó “incrementar progresivamente los créditos asignados al complemento de dedicación especial” que premia a los militares por especial rendimiento, la actividad extraordinaria o la iniciativa con la que desempeñe el puesto.

Las nóminas de los soldados pueden ser incluso más pobres. Un soldado nuevo no llega a los 1.100 euros al mes. En los casos mencionados anteriormente, tanto Ismael como Rodrigo cobran un complemento añadido por estar destinados en un cuartel del Ejército. Hay varios tipos de complementos: Una ayuda para vestuario (cerca de 26 euros al mes) para reponer cualquier complemento del uniforme que puedan necesitar, una indemnización por residencia (para compensar el desplazamiento a territorio nacional extra peninsulares), el incentivo por años de servicio (los trienios), pensiones de recompensas y de mutilación, prima por pase a la reserva con carácter forzoso.

"Es poco dinero pero me enorgullece representar a España tanto en mi país como fuera"

Ismael es soldado y ha desfilado con "orgullo" este miércoles por la Castellana. Es es militar por vocación y cobra poco más de 1.200 euros al mes desde hace casi 20 años. Suma el sueldo de su mujer pero reconoce las apreturas que pasan para llegar a fin de mes. "Es poco dinero, sí, pero me enorgullece representar a España tanto en mi país como fuera", sentencia en Hora 14.

"Es poco dinero pero me enorgullece representar a España tanto en mi país como fuera"

Ya se han producido subidas en otros cuerpos como el de la Policía o la Guardia Civil pero las de los militares tendrán que esperar al año que viene. "Hay gente por encima que tiene unos estudios y deciden a quién tiene que subirle el sueldo y a quién no", justifica.

Los soldados de carrera ganan algo más

Los militares de tropa y marinería pueden adquirir un compromiso de larga duración, conocido como militares ‘no permanentes’, que les obligará a prestar servicio en las Fuerzas Armadas hasta los 45 años (después adquieren la condición de reservista de especial disponibilidad), o bien, acceder a los servicios militares de carácter permanente, con la adquisición de la condición de militar de carrera. Estos últimos tienen unos ingresos ligeramente superiores, ronda un 13% que los soldados no permanentes.

Según los últimos datos disponibles, del total de efectivos de tropa y marinería, 76.899 personas, 10.817 tienen un compromiso de carácter permanente – un 14%-, frente a otros 43.996 – un 57%-, que solo seguirán en activo hasta los 45 años.

En los nuevos Presupuestos Generales del Estado, la partida del Ministerio de Defensa destinada a gastos de personal experimenta una subida del 6,2% respecto al presupuesto base del año 2022. Pero la subida de las nóminas es menor, “el incremento retributivo va en la línea de la mejora salarial de hasta un 3,5 %, prevista para los empleados públicos en los presupuestos generales del Estado de 2023”.

Esa mejora contrasta con la que se ha aplicado en la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Interior calcula que el salario de esos agentes ha crecido un 38% de media desde 2018 hasta 2024, “sumando la equiparación salarial, efectuada en tres tramos entre octubre de 2018 y noviembre de 2020, y la mejora retributiva prevista en los PGE de 2023 para los dos próximos años”, según fuentes de Interior.

Javier Bañuelos

Redactor Jefe en la Cadena SER responsable de...