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De una superviviente del Holocausto a un fiel admirador de Mussolini: la presidencia del Senado italiano da un vuelco

Liliana Segre, activista y superviviente del Holocausto en cuya infancia sufrió las represalias de las Leyes Raciales del régimen fascista, ha sido presidenta en funciones de la cámara durante este jueves. Poco después, el posfascista Ignazio La Russa ha sido nombrado en el cargo

Liliana Segre, a la derecha, saluda a su sucesor, el ultraderechista Ignazio La Russa / ALESSANDRO DI MEO (EFE)

Roma

La victoria de la ultraderechista Giorgia Meloni en las elecciones italianas ya se empieza a notar en las instituciones. Sin embargo, este jueves se ha vivido un episodio llamativo en el Senado italiano. Liliana Segre, superviviente del campo de Auschwitz en 1944, ha ocupado este jueves la presidencia de esta cámara en el comienzo de legislatura. Así, pasa a ser la primera mujer en presidirlo en la historia del país. Sin embargo, no lo ha sido por mucho tiempo, ya que Meloni ha elegido para el cargo a Ignazio La Russa, un reconocido admirador de Mussolini, además de fundador de Hermanos de Italia y ministro de Defensa entre 2008 y 2011 con Berlusconi.

La senadora vitalicia, que ha presidido la Cámara este jueves porque con 92 años es la parlamentaria de mayor edad entre los vicepresidentes de la legislatura anterior, se mostró "emocionada, pero habituada a ser" ella "misma", antes del comienzo de la sesión. Nombrada senadora vitalicia por el presidente de la República, Sergio Mattarella, en 2018 "por haber ilustrado a la Patria con altos méritos en el ámbito social", desde 2021 es presidenta de la Comisión Extraordinaria de lucha contra los fenómenos de intolerancia, racismo, antisemitismo e incitación al odio y la violencia.

En una de su primera intervención en el Senado en 2018, recordó las leyes raciales del régimen fascista y su memoria como deportada, levantando los aplausos de todos los presentes. En su alegato, ha indicado: "En este mes de octubre, en que se cumple el centenario de la Marcha sobre Roma, que marca el inicio de la dictadura fascista, corresponde que alguien como yo asuma temporalmente la presidencia de este templo de la democracia. Me es imposible no sentir una especie de vértigo cuando recuerdo que la misma niña que un día como este de 1938, desconsolada y desconcertada, fue obligada por las leyes racistas a dejar su pupitre vacío, hoy se encuentra con un extraño destino en el atril más prestigioso del Senado".

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Segre, nacida en Milán, 1930 es una activista y superviviente del Holocausto en cuya infancia sufrió las represalias de las Leyes Raciales del régimen fascista por su origen hebreo y la deportación al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Su ejemplo de supervivencia y sus esfuerzos en favor de la memoria le han granjeado insultos y ataques en los últimos tiempos, hasta el punto de que en 2019 las autoridades la protegieron con escoltas después de los mensajes de odio que recibía en las redes sociales.

Ignazio La Russa, posfascista convencido

La fugaz presidencia de Segre en el Senado se debe a que Meloni ya ha elegido a una persona de su confianza en el cargo. Se trata de Ignazio La Russa, quien además de ser uno de los fundadores de la formación de extrema derecha a la que pertenecen ambos, Hermanos de Italia, fue ministro de Defensa entre 2008 y 2011 con Berlusconi y vicepresidente entre 2018 y 2022 de la Cámara que ahora presidirá durante el próximo lustro.

Así, La Russa ocupará el tercer cargo más importante del Estado, a pesar de su pasado. En su hemeroteca figuran afirmaciones como "todos somos herederos del Duche, de Mussolini". Durante su juventud, también se inscribió en el Movimiento Social Italiano (MSI), el partido surgido de las cenizas del fascismo, -al que también se afilió Meloni- y hace varios años exhibió en un programa televisivo la colección que conservaba en su casa de "souvenirs" fascistas y bustos del Duce. Sin embargo, hace unos meses aseguró que en su partido, Hermanos de Italia, "no hay nostálgicos" del fascismo.

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