Rigoberta Bandini: "Dios es amor"
Paula Ribó mola mucho. Todo el amor, dulzura y sinceridad que emanan sus canciones también lo transmite ella en persona
Las cajitas de Rigoberta Bandini
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Madrid
Después de meter con calzador el verbo “emanar” en el subtítulo, os diremos que la visita de Rigoberta Bandini fue una sorpresa tremenda. Sabíamos de su obra, pero nos maravilló por todo lo que tenía que contar. Íbamos a poner lo de Paula Ribó, más conocida como Rigoberta Bandini, pero es que eso es subjetivo, seguramente en su casa sea más conocida como Paula Ribó.
Comenzamos el programa con una presentación sin pies ni cabeza con Juan Carlos hablando del Clásico y después llegó la entrevista con un “solo de guitarra” de Ortega. Lo hizo hablando de que se puede meter el pie en diferentes cajitas y que no deberían juzgarnos por ello. Fue algo así, como el mítico juego del Twister que todos recordaréis por el anuncio: “una mano al rojo, un pie al azul, menuda se ha armado... ¿Quién habrá ganado?”. Ahora a ver cómo te quitas la canción de la cabeza.
Ese solo de Ortega para presentar a la artista nos dejaba con una intriga tensa ya que aún no había dicho su nombre, con el punto de “me está gustando mucho, pero quiero que termines ya”. Para los seguidores de Los 40 Classic vendría a ser como el solo de guitarra de los Eagles en Hotel California. O como la canción de Hurricane de Bob Dylan. En esa bonita presentación, Juan Carlos dijo una frase que da para tatuaje: “Los seres humanos tendemos a resumir el mundo”. Y llegó ella.
“Llevo dos años borracha de amor”. Así definió su maternidad nada más empezar la entrevista Rigoberta y es que cuando la escuchas hablar te entran ganas de tener más hijos que Angelina y Brad Pitt. “Me he cortado, podría ser un álbum de treinta y dos canciones dedicadas a mi hijo”, explica. Y, además, se notaba que lo decía desde la sinceridad, no como esos padres recientes que te dicen: “Mi hijo no me deja dormir, está siempre gritando y llorando, no come bien y rompe todo, pero una sonrisa suya compensa todo”. Hombre, compensar, lo que se dice compensar...
Hablamos de la fe, una de las cajitas en las que Rigoberta no tiene problema en admitir que introduce sus pies: “Para mi Dios es esa emoción que nos une, tanto cuando ves un paisaje increíble como cuando vives el sentimiento de pertenecer a algo junto a todas las demás personas. Dios es amor”. Y al momento, suena una canción y con esa voz angelical pero directa, aseveró: “Perales es un grande” (Madre mía, hemos utilizado los verbos “emanar” y “aseverar” en el mismo texto). La canción en cuestión era Navidad y ahí salió el auténtico espíritu de Paula: “Me encantan los villancicos, el consumismo de la Navidad sería prescindible, pero cantando ‘Los peces en el río con tu familia’ nada puede ir mal”.
Le hicimos saber a Rigoberta que está muy bien eso de cumplir el sueño de hacer un disco y de tener un hijo, pero que si nadie le había comentado que no había que hacerlo todo a la vez. Y como todo está siendo tan intenso en su carrera en muy poco tiempo nos confirmó que después de la gira se va: “Me voy a retirar ahora pero me gusta mantenerme a mí misma el interrogante de si volveré”. Pues claro que volverás, amiga.
El programa dio más de sí, incluso pudimos juntar a una de las personas que más amamos del mundo, por lo menos de la Cadena SER, Julio Guerra, con otra de las personas que más amamos del mundo, por lo menos de la comedia, Agustín Jiménez. Y entre amor y amor, nos dio la una. Así que, hasta el domingo que viene a todos los que podríais acabar con tantas guerras.