El Gobierno francés aprueba el presupuesto sin el apoyo parlamentario y la izquierda presenta una moción de censura
La primera ministra ha utilizado el artículo 49.3 de la Constitución, que le permite sacar adelante las cuentas sin votación a cambio de exponerse a una moción de censura
París
La primera ministra francesa, Elisabeth Borne, ha forzado este miércoles la aprobación de los presupuestos de 2023 y ha puesto así fin al debate en la Asamblea Nacional, donde carece de mayoría absoluta, lo que expone al Ejecutivo a una moción de censura. Esta ya ha sido presentada por la Francia Insumisa de Melenchon y se espera que la extrema derecha, liderada por Le Pen, haga lo mismo.
Sin embargo, es poco probable que prosperen esas mociones de censura, que serán debatidas y votadas este fin de semana o el lunes, porque ninguno de los dos grupos apoyará la del otro, lo que les impedirá obtener los 289 votos necesarios para tumbar al Gobierno. Pero la realidad es que agita aún más el tablero político francés en un momento difícil para el Ejecutivo.
Borne ha anunciado ante los diputados la utilización del artículo 49.3 de la Constitución, que le permite aprobar las cuentas sin votación, tras una semana en la que la oposición había aprobado algunas enmiendas y rechazado otras en contra de la opinión del Gobierno.
La primera ministra justificó el recurso al 49.3, algo poco habitual en Francia, ante el bloqueo parlamentario. "La nación necesita tener un presupuesto", sin el cual "el interés general queda en cuestión", ha justificado Borne. Según ha detallado Borne, se ha dialogado con todos los grupos sin que ninguno haya expresado su intención de respaldar la trayectoria marcada por el presidente.
Poco uso del artículo 49.3
El artículo 49.3 ha sido utilizado en 89 ocasiones desde la entrada en vigor de la actual Constitución en 1958, casi siempre en situaciones en las que el Ejecutivo -como ahora- carecía de mayoría suficiente en la cámara baja.
Será la segunda vez que se haga durante el mandato del actual presidente, Emmanuel Macron, después de que en febrero de 2020 el entonces primer ministro, Edouard Philippe, lo usó para adoptar la reforma de las pensiones en medio de una gran tensión social, proyecto que finalmente fue retirado por el Gobierno a causa de la pandemia.