Descubren los restos de la primera familia neandertal
En dos cuevas situadas al sur de Siberia, un equipo de científicos alemanes del Instituto Max Planck ha logrado secuenciar el genoma antiguo de trece neandertales y, por primera vez, han podido identificar a una familia de esta especie tan próxima a la nuestra pero que se extinguió hace miles de años
En concreto, se trata de un padre neandertal y su hija adolescente y sus restos proporcionan una nueva imagen de su comunidad y de su organización social, porque también se ha encontrado el ADN de una prima y de una abuela.
Todos estos individuos formaban una familia y vivieron al mismo tiempo. Aunque su bajo número indica que esta especie estaba ya en peligro de extinción.
El primer borrador del genoma de un neandertal se realizó hace 12 años y, desde entonces, los investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Alemania han secuenciado ya otros 18 genomas hallados en 14 sitios arqueológicos diferentes en Europa y Asia.
Si bien estos genomas han proporcionado información sobre los trazos más amplios de la historia de los neandertales, todavía sabemos poco de las comunidades neandertales individuales.
En su nuevo estudio, que publica la revista Nature, estos investigadores germanos se centraron en los restos neandertales encontrados en las cuevas Chagyrskaya y Okladnikov, que se encuentran en Siberia.
Los neandertales ocuparon brevemente estos sitios hace unos 54.000 años, y de sus depósitos se recuperaron con éxito el ADN de 17 restos neandertales, el mayor número de restos neandertales jamás secuenciados en un solo estudio.
Primera familia
La cueva Chagyrskaya ha sido excavada durante los últimos 14 años por investigadores del Instituto de Arqueología y Etnografía de la Academia Rusa de Ciencias. Además de varios cientos de miles de herramientas de piedra y huesos de animales, también recuperaron más de 80 fragmentos de huesos y dientes de neandertales, uno de los conjuntos más grandes de estos humanos fósiles no solo en la región sino también en el mundo.
Los neandertales de Chagyrskaya y Okladnikov cazaban cabras montesas, caballos, bisontes y otros animales que migraban a través de los valles de los ríos que dominan las cuevas. Recolectaron materias primas para sus herramientas de piedra a decenas de kilómetros de distancia, y la presencia de la misma materia prima en las cuevas Chagyrskaya y Okladnikov también respalda los datos genéticos de que los grupos que habitaban estas localidades estaban estrechamente vinculados.
Los 17 restos procedían de 13 individuos neandertales, 7 hombres y 6 mujeres, de los cuales 8 eran adultos y 5 niños y jóvenes. En su ADN mitocondrial, los investigadores encontraron varias de las llamadas heteroplasmias que se compartían entre los individuos. Las heteroplasmias son un tipo especial de variante genética que solo persiste durante un pequeño número de generaciones.
Los neandertales más orientales
Entre estos restos se encontraban los de un padre neandertal y su hija adolescente. Los investigadores también encontraron un par de parientes de segundo grado: un niño y una mujer adulta, quizás una prima, tía o abuela. La combinación de heteroplasmias e individuos relacionados sugiere fuertemente que los neandertales en la cueva Chagyrskaya deben haber vivido y muerto aproximadamente al mismo tiempo.
“El hecho de que estuvieran viviendo al mismo tiempo es muy emocionante. Esto significa que probablemente provengan de la misma comunidad social. Entonces, por primera vez, podemos usar la genética para estudiar la organización social de una comunidad neandertal”, explica Laurits Skov, primer autor de este estudio.
En peligro de extinción
Otro hallazgo sorprendente es la diversidad genética extremadamente baja dentro de esta comunidad neandertal, consistente con un tamaño de grupo de 10 a 20 individuos. Esto es mucho más bajo que los registrados para cualquier comunidad humana antigua o actual, y es más similar al tamaño de los grupos de especies en peligro de extinción al borde de la extinción.
Sin embargo, los neandertales no vivían en comunidades completamente aisladas. Al comparar la diversidad genética en el cromosoma Y, que se hereda de padres a hijos, con la diversidad del ADN mitocondrial, que se hereda de las madres, los investigadores pudieron responder a la pregunta: ¿fueron los hombres o las mujeres quienes se mudaron entre comunidades? Descubrieron que la diversidad genética mitocondrial era mucho mayor que la diversidad del cromosoma Y, lo que sugiere que estas comunidades neandertales estaban vinculadas principalmente por la migración femenina.
“Nuestro estudio proporciona una imagen concreta de cómo podría haber sido una comunidad neandertal” -concluye Benjamin Peter, otro de los autores de este estudio-, “y esto hace que los neandertales me parezcan mucho más humanos”.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...