Madrid

Alberto San Juan es el cuarto hijo del dibujante Máximo San Juan y de Pilar Guijarro, locutora de radio. La de su familia es una historia individual que cuenta la vida de mucha más gente, la de una mujer que se recluye en casa a cuidar de sus hijos mientras su marido despliega su vida social y su prestigio laboral.

Los San Juan-Guijarro vivían en El Viso, una de los barrios más pudientes de la capital, lo que para Alberto San Juan fue, en cierta medida, una pérdida de identidad: "En el año 72 nos mudamos a un chalet en una de las zonas más pijas y de voto más reaccionario de España. Mi padre siempre dice que se equivocó porque no nos dejó formar parte de una clase media con identidad y estábamos socialmente cruzados".

A pesar de tener una casa de grandes dimensiones, Máximo tenía un estudio donde hacía todos sus dibujos y, cuando falleció en el 2014, el actor descubrió un gran legado que guardaba en su despacho: "Había un océano de dibujos y miles de folios escritos y libros inéditos. Un libro autobiográfico, otro de poesía, otro sobre la religión... Pienso que habría que hacer algo con ello, pero es mucho trabajo". Estuvo durante treinta años en El País haciendo una viñeta editorial diaria y allí se ganó la reputación que tuvo, pero terminaron por despedirle: "Esto es un capítulo oscuro de la historia de mi padre y de El País, pero eso ya lo hablaremos otro día", le ha dicho Alberto a Mara Torres.

"Encontré dibujos y libros inéditos en el despacho de mi padre"

Máximo San Juan era una persona que "tendía al drama, pero tenía mucho sentido del humor", que "no tenía una buena imagen de sí mismo" y que pensaba que "no se merecía tanto amor y agradecimiento".

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