El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro portugués, António Costa, han mantenido este jueves una reunión en Bruselas con el presidente francés, Emmanuel Macron, en la que han acordado sustituir el gasoducto MidCat, la interconexión energética a través de los Pirineos, por un corredor de energía verde que una Barcelona y Marsella. «Una tubería para el hidrógeno verde pero también para el gas», aclaraba Sánchez tras el encuentro. Los mandatarios han quedado en reunirse el 8 y 9 de diciembre en Alicante, coincidiendo con la celebración de la Cumbre Euromediterránea, para debatir el nuevo corredor verde. Antes, Costa y Sánchez se encontrarán en la cumbre luso-española organizada para el próximo 4 de noviembre en el norte de Portugal. Un corredor que, según Costa, permitirá transportar hidrógeno verde y también gas natural, aunque en este caso será de forma «transitoria y proporcional al esfuerzo de todos para garantizar la seguridad energética de Europa». «Es un proyecto nuevo, hay mucho trabajo que es necesario hacer ahora», pero «es trabajo de los técnicos, el trabajo político ya está hecho», ha precisado. Para Portugal el acuerdo es de un «enorme valor» porque «aumentamos nuestra capacidad de estar conectados. Ya no es solo 10 millones (de personas), sino 60 millones en la península ibérica, y de ahí al resto de Europa», ha considerado. La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha mantenido este jueves una conversación con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, para informarle del acuerdo entre España, Francia y Portugal para impulsar el BarMar, el corredor energético verde entre Barcelona y Marsella. El proyecto del BarMar subraya Ribera que se trata de una solución «europeísta, solidaria, verde y de futuro». Se da la circunstancia de que tanto Ribera como Aragonès se encuentran este jueves en Bruselas, ya que la vicepresidenta está acompañando a Sánchez y el presidente catalán se ha desplazado a la capital belga para reunirse con el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders.