Berlusconi y Putin, una amistad de vino y vodka

Madrid

Hace unos días, Berlusconi declaraba que, según le había confirmado Putin, él era "el primero de sus cinco verdaderos amigos". La confesión nos da alguna pista más sobre la personalidad del presidente ruso. De entrada, no parece fácil que te acepte en Facebook. Y respecto a los nombres del resto del quinteto, no sé si quiero saberlos. Aunque es imposible no hacer quinielas imaginando quiénes pueden formar parte de él. Yo apuesto porque el segundo es Donald Trump, el tercero Kim Jong-un, el cuarto Bolsonaro y el quinto Ortega Cano. Sería la única lista donde el maestro podría pasar por una persona sensata.

Lo que no reveló Berlusconi son las circunstancias en las que Putin le nombró primero de la lista, pero suena claramente a típico momento de exaltación de la amistad, justo antes de decir eso de 'Venga, nos tomamos la última'.

Tendría sentido porque Berlusconi reveló también que Putin le envió por su cumpleaños veinte botellas de vodka acompañadas de una carta amabilísima y que él le correspondió mandándole una cantidad parecida de vino italiano y otra misiva igualmente amable. Espero que lo que digan ambas sea: "No lo mezcles con los medicamentos".

Aunque, en cierto modo, tranquiliza saber que el hombre en cuyas manos está el desencadenar o no un conflicto de consecuencias imprevisibles tiene una buena bodega, porque la realidad se ha vuelto tan trágicamente ridícula que no podemos descartar que una crisis internacional de este calibre la acabe resolviendo un coma etílico.