Los antiguos
"La prueba de que hemos nacido para ser añejos es que esta es tierra de descubridores. Porque los países modernos dan inventores. El descubridor es un estado evolutivo previo al del inventor"

Barcelona
Cuando el Homo sapiens llegó a la península Ibérica, ya estaban los neandertales viendo que eso no podía traer nada bueno. Lo antiguo se inventó en España. La prueba de que hemos nacido para ser añejos es que esta es tierra de descubridores. Porque los países modernos dan inventores. El descubridor es un estado evolutivo previo al del inventor. Para descubrir algo hay que estar desde antes, haber llegado el primero. Un descubridor sólo es pasado invadiéndolo todo. El inventor, no. El invento es presente en estado puro. Todo invento está impregnado de actualidad, y por eso tantos hallazgos se quedan obsoletos enseguida. Nada existe más vivo y más real que el presente. Porque el futuro también es para viejos. Esto se comprende mejor leyendo novelas de ciencia ficción. Muchos de los días del futuro en que aquellos escritores ambientaron sus historias aluden a años que ya hemos vivido. ¿Se acuerdan de cuando la utopía era 1984? O era más bien la distopía. Nos hemos vuelto muy tiquismiquis con las palabras. Intentamos explicarlo todo colocando prefijos. A lo que pasó antes lo llamamos precuela. Pero no cuela. Me ha salido un Gloria Fuertes. El prefijo es un maquillaje, una manera de intentar que una palabra parezca otra cosa. Una idea sin su palabra propia es como un náufrago sin balsa. Los naufragios son lo más antiguo que hay. Homero ya contaba la historia de uno en la Odisea. En España celebramos muchas cosas antiguas. Por ejemplo, el día 12 de octubre de 1492. En los países del resto de Europa, casi todas las fiestas nacionales remiten a hechos más recientes, unos del siglo XIX, o próximos, y otros del siglo XX. Pero aquí somos más de descubrir que de inventar. Lo nuestro es la ciencia ficción como forma de recuerdo.




