El magnate Elon Musk ha confirmado este jueves que compra la red social Twitter y ha dicho que lo hace «por el futuro de la civilización», cuando quedaban poco más de 24 horas para que expirara el plazo que le había dado una jueza para abrir un proceso si no se formalizaba la adquisición. El propietario de Tesla y SpaceX ha emitido por la propia red social un mensaje destinado «a los anunciantes» de Twitter en el que quiso explicar las razones que le llevan a comprar la red y cita en primer lugar que «es importante para el futuro de la civilización tener una plaza digital común donde pueda debatirse de manera sana un amplio espectro de creencias». Musk confirmó que compraría Twitter a principios de octubre por 44.000 millones de dólares, lo que supone el pago de 54,2 dólares por acción, como constaba en la oferta inicial. Twitter y el magnate habían acordado la adquisición de la compañía por ese precio, pero posteriormente el multimillonario dio marcha atrás a la transacción, argumentando que había constatado un incumplimiento sustancial de varias disposiciones del acuerdo, entre ellas el número de cuentas falsas contabilizadas por la compañía. En respuesta al intento de ruptura del acuerdo, la red social demandó al multimillonario para intentar obligarle a cumplir con su compromiso, lo que desembocó en un juicio cuyo arranque estaba previsto para mediados de este mes. Una de las medidas que Musk ya ha anunciado que ejecutará una vez posea la compañía es despedir a un 75%. Su intención es dejarla en unas 2.000 personas, según publicó hace unos días el diario The Washington Post, que asegura haber obtenido documentos sobre las últimas conversaciones entre el multimillonario y los eventuales inversores que lo ayudarán a cerrar la compra de la red social. El diario asegura además que, aun en el caso de que no se formalice la compra, la compañía va a acometer grandes recortes de personal que alcanzarían aproximadamente a una cuarta parte de los 7.500 trabajadores.