Verstappen se anota la pole en México
El campeón del mundo firma un tiempo inalcanzable para los Mercedes. Sainz se quedó lejos (5º) y Alonso fue 9º
Con los mundiales de pilotos y constructores resueltos, y con aún tres carreras por delante, alguien podría vaticinar que el espectáculo también había echado el telón. No conocen la Fórmula 1. Austin, con un contexto idéntico, se convirtió en uno de los mejores grandes premios de la temporada. México no ha empezado con mal pie, aunque la foto final la frustrase el campeón. Verstappen no entiende de clasificaciones. Es insaciable. El Autódromo de los Hermanos Rodríguez invitaba a pensar que asistiríamos a una qualy apretada (cinco pilotos en una décima en Q2), pero el rey de la parrilla lo fraguó con un sartenazo final. Ante la amenaza de los Mercedes y la efervescencia de la grada a cada paso de Pérez, el campeón soltó su rugido para llevarse la pole, la sexta de la temporada.
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En el Autódromo, donde jalearon miles de almas el paso de los Fórmula 1 a más de 2.000 metros de altitud, Mercedes estuvo cerca de dar el golpe. Ferrari, tan inspirado los sábados, perdió aquí la competitividad a una vuelta en pro de las flechas plateadas (Sainz 5º y Leclerc 7º). Los de Woking se acercaron, completando el top 3 (Russell 2º y Hamilton 3º). Parecía ser este el gran premio en el que, por las características del circuito (curvas lentas) y la altitud (donde la densidad del aire se reduce y la resistencia de los coches se disminuye) fuera el día de los W13. Pero nada más lejos de la realidad. Se quedaron a más de tres décimas de Verstappen. Como Pérez, que a pesar de la atmósfera que dibujó el Foro Sol (la zona más revirada donde los Fórmula 1 son contemplados y espoleados por miles de gargantas) y del empuje de toda la grada, sólo pudo ser 4º. El fervor no le dio las tres décimas que Verstappen tenía guardadas.
El menor tiempo de preparación de los equipos (por el uso de los libres 2 para testear los neumáticos de 202) y el aumento de la temperatura de la pista hasta los 50ºC dejó un panorama inquietante donde brilló Bottas. El finlandés, poleman de 2021, fue la gran sorpresa del sábado. Se codeó con los Ferrrari (suministrador de motores de Alfa Romeo) en las tres sesiones y en Q3 le sobrepasó a Leclerc para ser 6º. No se bajó del Top6 en ninguna de las sesiones. Estaba en su salsa. Mas incómodo estuvo Fernando Alonso, que a pesar de estar por detrás de Ocon todo el sábado, logró quedarse por delante de su compañero en la Q3 (9º vs 10º). Dio una sola vuelta y se centró en el domingo para guardar el neumático blando. Justo por delante está su gran rival en el Mundial de Constructores (Norris con el Mclaren) y por detrás en el de pilotos (Ocon a siete puntos). El asturiano montó el nuevo fondo plano del Alpine, mientras que el francés volvió a la especificación antigua. Está por ver si realmente funciona la mejoría de Alpine, aunque peor le fue a su futura escudería. Los dos Aston Martin volvieron a caer en la Q1, cosa que no sucedía desde Monza y que manifesta como no terminan de encontrar la velocidad los sábados. Es su gran debe para 2023.
Juan Antonio Requena
Estudiante de periodismo. Antes en Diario AS....