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Desayunando con... Diego Carcedo, los viejos reporteros nunca mueren

El veterano periodista y reportero nos recibe en su casa de Pozuelo, acaba de publicar el libro "Los dos cónsules" (Ed.Espasa)

Desayunando con... Diego Carcedo, los viejos reporteros nunca mueren

Madrid

Diego nos recibe en su casa de Pozuelo de Alarcón, un chalet con un cuidado jardín y con todas las paredes ocupadas o por cuadros o por estanterías llenas de libros. Su mujer es la periodista Cristina García Ramos y su sonrisa es tan cálida, y los dos son tan amables que ya sé que me costará irme después del desayuno. Sobre la mesa tiene fotos de su experiencia como reportero en Vietnam. Curiosamente guarda buen recuerdo de algunos desayunos allí. "Desayunos norteamericanos que son los mejores del mundo" dice que a veces parecía la comida de todo el día, cosa que para un reportero de guerra es importante porque no sabes cuándo vas a volver a poder comer.

Carcedo ha cubierto conflictos como el de Vietnam, Angola, varios en Latinoamérica. Ha informado de la revolución de los claveles en Portugal o el golpe de estado de los Coroneles en Grecia. Ha sido corresponsal en varios lugares del mundo. Actualmente sigue en activo escribiendo columnas para el Grupo Vocento y preside la Asociación de Periodistas Europeos. Dice sentir nostalgia de ese periodismo sobre el terreno, y menos, mucho menos, del de los despachos. Carcedo también fue director de informativos de TVE y director de Radio Nacional de España. El libro que acaba de publicar, "Los dos cónsules" (Ed. Espasa) cuenta la historia de dos diplomáticos: el español Eduardo Propper de Callejón (abuelo de la actriz Helena Bonham Carter) y el portugués Aristides de Sousa Mendes. Ambos cónsules en Burdeos en 1940, en plena invasión nazi de Francia, en la ciudad de Burdeos. Los dos firmaron miles de visados para refugiados, la mayoría judíos, que huían de los nazis desde toda Europa.

Lourdes Lancho

Subdirectora A Vivir Que Son Dos Días, antes...