Un lunes para celebrar algo increíble

Madrid

Hoy es uno de esos lunes en los que tenemos motivos para celebrar que, entre todos, hemos logrado algo increíble. La semana pasada volvimos a demostrar que en este país, cuando todos los ciudadanos nos esforzamos, podemos conseguir cosas realmente grandes. Tan grandes como los beneficios de Repsol e Iberdrola en lo que va de año.

La semana pasada la Comisión Nacional del Mercado de Valores anunciaba que las energéticas habían obtenido ganancias récord y esto, aunque no lo digan ellas, lo digo yo, lo hemos conseguido todos nosotros en equipo. Paso a paso. Bombilla a bombilla. Dejando el aire acondicionado encendido toda la noche durante la ola de calor y cogiendo el ascensor para subir al primero.

No sé vosotros pero yo hacía años que no participaba en un récord colectivo y eso que, lo tengo que reconocer, alguna vez no supe estar al nivel. Ahora que ya conocemos los resultados puedo confesaros que una noche hice la colada a las doce y media para pillar la tarifa valle o que puse el aire acondicionado a veintitrés grados y me quedé en manga corta. Y, aún así, aunque nos decían que iba a ser una temporada muy difícil, hemos sabido llevar a las energéticas a lo más alto en sus cotizaciones.

Ojalá sus juntas directivas no se limitaran a repartir dividendos entre sus accionistas y tengan un gesto con nosotros. Si no quieren pagar más impuestos, que al menos vayan a Cibeles a compartir su cuenta de resultados con todos esos abonados que jamás dejaron de calentar sus calefacciones. Que nos hagan protagonistas de sus beneficios. Que uno pudiera pedirle a Ignacio Sánchez Galán que le regale su camiseta y que, cuando se ensucie el ambiente, haya altercados entre los ultras de Iberdrola y los tiffosi de Repsol. No se me ocurre otra solución para que los beneficios de las energéticas, además de un espectáculo, sea un espectáculo que podamos entender.