Bolsonaro pide a sus seguidores que levanten los bloqueos en las carreteras en protesta por la victoria de Lula
"Quiero hacer un llamado a todos ustedes, despejen los caminos", ha trasladado Bolsonaro en un vídeo compartido en sus redes. Mientras, miles de seguidores del ultraderechista piden en las calles un golpe de Estado
Brasilia
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha pedido a sus seguidores que levanten los bloqueos de carreteras, registrados a lo largo de varios estados del país desde el pasado domingo como señal de protesta por la victoria del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en la segunda vuelta de las elecciones.
"Quiero hacer un llamado a todos ustedes, despejen los caminos", ha trasladado Bolsonaro en un vídeo compartido en sus redes sociales en el que asevera que el bloqueo de carreteras no es en su opinión una forma legítima de protesta.
En su grabación, el mandatario ha recriminado que el bloqueo de carreteras no hace más que atentar contra el derecho constitucional de libre circulación. "El cierre de carreteras en Brasil lesiona el derecho de ir y venir de las personas, está en nuestra Constitución y siempre hemos estado dentro de las cuatro líneas (de la Carta Magna", ha dicho.
Bolsonaro ha reconocido estar "molesto y triste" por el resultado de las elecciones, pero ha abogado por mantener "la cabeza alta", y manifestarse en las líneas del "juego democrático", como sí lo son las protestas en plazas y otros espacios públicos, y no en las carreteras.
Los seguidores de Bolsonaro piden un golpe de Estado
El movimiento bolsonarista ha acudido a las calles de Brasil este miércoles, en una marcha que ha llegado hasta la puerta de muchos cuarteles para exigir una "intervención militar" contra la victoria electoral del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva.
Las manifestaciones fueron multitudinarias y pacíficas, pero con un claro talante antidemocrático, hasta tal punto que llegaron a reclamar que las Fuerzas Armadas impidan el próximo 1 de enero la toma de posesión de Lula, que el pasado domingo derrotó en las urnas al presidente Jair Bolsonaro por una mínima diferencia de 1,8 puntos porcentuales.
La convocatoria se realizó por las redes sociales, en las que los grupos de ultraderecha que respaldan a Bolsonaro tienen una febril actividad, y sobre todo a través de servicios de mensajería privada como WhatsApp y Telegram. Las mayores concentraciones fueron en Río de Janeiro y en Sao Paulo, y en ambos casos en las sedes de los comandos regionales del Ejército, al igual que ocurrió en Brasilia, aunque con un menor número de personas.
La consigna en todos los casos fue la misma: "Intervención federal", bajo el artículo 34 de la Constitución nacional, que en uno de sus puntos dice que el Gobierno central puede intervenir, si fuera necesario y por los medios posibles, para garantizar la "forma republicana, el sistema representativo y el régimen democrático".
La excusa, según carteles mostrados por los manifestantes, fue también la misma y es que un Gobierno de Lula llevará a Brasil al "comunismo" e implantará un régimen similar al que viven países como Venezuela o Nicaragua, citados en muchas pancartas y fiel al discurso de Bolsonaro en su campaña electoral. También han denunciado un supuesto fraude, una hipótesis que ha sido negada por la justicia electoral y todos los partidos y las instituciones, que han reconocido la victoria de Lula, al igual que cientos de gobiernos extranjeros.
Lula regresa a la Presidencia de Brasil