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Tres de cada diez hogares no tienen ingresos suficientes para vivir de forma digna

Seis de cada diez hogares vulnerables han reducido el consumo de electricidad, gas o agua y cerca de medio millón de familias con niños han dejado de usar el comedor escolar, según el último informe de Cáritas Española y la Fundación Foessa

Seis de cada diez hogares vulnerables han reducido el consumo de electricidad, gas o agua(Getty Images)

Madrid

La inflación y el encarecimiento del coste de la vida están poniendo contra las cuerdas a casi un tercio de los hogares españoles. Seis millones de familias no cuentan con un presupuesto que garantice unas condiciones de vida dignas, según el informe que han presentado hoy Cáritas Española y la Fundación Foessa.

Para llegar a ese dato han elaborado un nuevo indicador: el Presupuesto de Referencia para unas Condiciones de Vida Dignas (PRCVD), que es un sistema que estudia los ingresos de cada hogar y lo pone en relación con sus necesidades básicas. Tiene en cuenta diferentes partidas de gastos necesarios para vivir en condiciones de vida dignas: la alimentación, la vivienda, los suministros como energía o internet, el acceso a educación, ocio, gastos sanitarios o la atención a personas en situación de dependencia. Y en base a esos datos, calculan que el 31,5% de los hogares en España viven con ingresos inferiores al 85% de su presupuesto de referencia.

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Ese presupuesto varía en función de la ciudad en la que viva la familia y de si en el hogar hay menores o personas con dependencia. Por ejemplo, calculan que para vivir dignamente, un hogar unipersonal en Barcelona necesita 1.400 euros mensuales frente a casi 1.000 euros en la ciudad de Cáceres. Para un hogar de una pareja con dos jóvenes mayores de 13 años en Madrid serían 2.900 euros mensuales frente a los 2.400 euros en el caso de Orense. Y para un hogar monoparental con dos niños menores de 12 años de edad, harían falta 2.200 euros en San Sebastián y cerca de 1.300 euros en Ciudad Real.

“Los hogares con graves dificultades suelen ser familias que: viven de alquiler, tienen niños y niñas en edad de estudiar o personas con discapacidad o situación de dependencia, tienen deudas, y no tienen ingresos estables o alguno o todos los miembros activos del hogar está en paro. Es crucial, además, considerar la brecha de género y el conjunto de dificultades añadidas que soportan los hogares encabezados por una mujer sola con la responsabilidad exclusiva de la crianza de los niños”, han explicado Natalia Peiro -secretaria general de Cáritas Española- y Thomas Ubrich -miembro del equipo técnico de la Fundación Foessa-.

La vida se encarece un 20%

Si antes de la crisis de la inflación los hogares con ingresos inferiores a 1.500 euros mensuales destinaban a vivienda, alimentación y transporte 61 euros de cada cien euros que ingresaban, al terminar el año estarán dedicando 80 de cada cien. Las familias en peor situación -con ingresos menores a los 1.000 euros- antes se veían obligados a dedicar casi el 70% de esa cantidad exclusivamente a vivienda y alimentación, al finalizar el año superarán los 80 euros de cada 100.

Siete de cada diez hogares vulnerables han renunciado o han reducido sus gastos en ropa y calzado y casi la mitad han recortado el presupuesto familiar en alimentación hasta el punto de que una cuarta parte de ellos no puede llevar la dieta especial que necesita por cuestiones médicas. Seis de cada diez hogares han reducido el consumo de electricidad, agua o calefacción, y un 22% ha pedido ayudas para pagar sus suministros. Además, el 18% de hogares con niños ha dejado de usar el comedor escolar por no poder costearlo (casi medio millón de hogares con niños a cargo). El informe también señala que una tercera parte de los hogares con graves dificultades renunció a tener un accesorio sociosanitario que necesitaba (prótesis, gafas, audífonos) y el 14% dejó de comprar algún medicamento por cuestiones económicas.

Ana Corbatón

Redactora en los servicios informativos de la...