La Asamblea Nacional de Francia impone la sanción más grave al diputado ultraderechista que gritó "que se vuelva a África" a un parlamentario negro
A pesar de que trató de justificarse, el organismo ha decidido prohibirle el acceso al parlamento de forma temporal, así como una suspensión parcial de su sueldo como diputado
Paris
La Asamblea Nacional francesa ha decidido este viernes castigar con la mayor sanción posible a un parlamentario del partido Agrupación Nacional (RN), de extrema derecha, tras gritar "que se vaya a África" a un diputado negro, mientras este hablaba durante una sesión parlamentaria.
La sanción, la más dura del parlamento, significa que Gregoire de Fournas, miembro del partido liderado por Marine Le Pen, verá recortado a la mitad su sueldo durante dos meses y no podrá asistir a las sesiones parlamentarias durante 15 días. "No debemos hacer más frágil nuestra democracia", señaló la presidenta de la Asamblea Nacional, Yael Braun-Pivet, después de que ordenara al legislador abandonar las instalaciones del parlamento.
El incidente en cuestión tuvo lugar durante un pleno en el que el legislador de izquierdas estaba alertando de la situación de los cientos de migrantes rescatados por embarcaciones de las ONG en el Mediterráneo y que esperan poder desembarcar en un puesto seguro del sur de Europa.
"Que se vaya a África", proclamó de Fournas, en una frase que Martens Bilongo entendió como dirigida a él y que podría entenderse también en plural. El diputado de LFI ha afirmado este viernes en una entrevista a BFMTV que "no hay duda" de que él era el destinatario de la proclama y ha reclamado, "por dignidad", la dimisión del diputado de Agrupación Nacional.
Le Pen y su partido rechazaron las acusaciones de racismo y, por el contrario, acusaron a sus oponentes de tergiversar lo que había dicho De Fournas. De Fournas ha pedido disculpas a Martens Bilongo si pudo "malinterpretar" sus declaraciones, pero ha dicho sentirse "víctima" de una "manipulación". Así, en una serie de entrevistas, ha dejado claro que sigue siendo diputado, algo que no tiene visos de cambiar en el corto plazo en la medida en que parece contar con el respaldo claro de su partido.
Por su parte, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha condenado también en BFMTV los "ignominiosos" del legislador ultraderechista y se ha declarado "extremadamente conmocionado". Darmanin ha elevado el debate y ha acusado a la cúpula de Agrupación Nacional, entre ellos Le Pen, de ser "cómplices" del "racismo".