La Sareb, viviendas sociales. Si se quiere, se puede
Más de 300 familias en riesgo de exclusión y víctimas de fraude por okupación podrían verse beneficiadas por la decisión del llamado banco malo con el Ayuntamiento de Barcelona.
La Sareb, viviendas sociales. Si se quiere, se puede
Madrid
El Ayuntamiento de Barcelona alcanza un acuerdo con la Sareb y beneficia a más de 300 familias vulnerables que vivían amenazadas con los desahucios de sus viviendas. Escuchamos el caso de Mari Paz, que ha sido víctima de fraude al alquilar un piso que en realidad estaba okupado. “Nuestro contrato no servía”. Dado que son familias en situación de vulnerabilidad, los alquileres no deben superar el 30% de los ingresos de las familias.
Otro tema social es que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha fallado a favor de una mujer que pedía alargar su permiso de maternidad hasta 24 semanas por ser madre soltera. Aunque hay casi 2 millones de familias monoparentales en España, de las cuales el 80% son mujeres, aún no existe una ley que las proteja. A pesar de que se ha propuesto y anunciado en varias ocasiones, Miriam Tormo, vicepresidenta de la Federación de Asociaciones de Madres Solteras, y presidenta de la Asociación de Madres Solteras por libre elección, nos cuenta que las medidas aún no han llegado. “Cuando hicieron el anuncio creíamos que todas las familias monoparentales se considerarían familia numerosa”, sin embargo, no ha sido así, y la ley se retrasa. A día de hoy Miriam calcula que “no se está abordando las necesidades del 70% de las familias monoparentales”.
En el plano ambiental intentamos ver el lado bueno de las cosas con la victoria de Lula da Silva que nos hace sentir esperanzados por el estado de la Amazonia. Lalo de Almeida, el fotoperiodista, ganador del proyecto a largo plazo del World Press Photo, nos dice que son buenas noticias pero no asegura “la salvación”. “La deforestación del Amazonas empezó antes de Bolsonaro” y los problemas de Brasil pasan por una solución mucho más lenta.
Aunque las protestas ambientales más mediáticas ocurren en los museos, nuestro compañero Daniel Sousa se acerca a la Universidad Complutense de Madrid para hablar con los jóvenes que lideran el movimiento “End Fossil Occupy”. En referencia a la próxima Cumbre del Clima, la COP27 en Egipto, comentan: “Hasta ahora lo que sentimos es decepción”, que fue de las palabras más usadas por los activistas para describir la edición del año pasado que apenas arrancó un acuerdo en el que se “pide” (pero no obliga) a los países a fortalecer sus objetivos de emisiones para conseguir el objetivo de no llegar a los 1’5 grados más de temperatura global. Los jóvenes comentan que, aunque ellos sí estén siendo más activos en la cuestión ambiental “es una cuestión de valores. ¿Queremos el iPhone21 o queremos aire respirable”.