José Sacristán: "Hay mucho Satanás por ahí suelto"

Madrid

José Sacristán es historia viva del cine español. Podríamos decir que ha hecho todo tipo de papeles. "He interpretado a dos curas", nos dice al inicio de esta entrevista en Cadena SER. Sin embargo, ahora debuta en un género nuevo, el terror. Lo hace en 13 Exorcismos, una película que ha llegado a los cines a la vez que su regreso al Teatro Bellas Artes de Madrid con Señora de rojo sobre fondo gris, obra que lleva cuatro años representando por los teatros de toda España. Sacristán es fan del género. Le gusta pasar miedo viendo cine y de 13 Exorcismos le ha gustado la manera en la que habla de la España de hoy. "Hay mucho Satanás por ahí suelto. La verdad es que a mí me preocupa bastante menos la idea del demonio que el miedo que me dan algunos con nombres y apellidos e incluso respetables padres y madres de familia", decía el actor, que el año pasado recibió el Goya de Honor. "Uno ya tiene el culo chamuscado de varias sillas eléctricas", dice el actor sobre la vuelta de un neoconservadurismo al mundo de hoy. "Hay unos pronunciamientos que remiten a ecos que uno pensaba que ya no se volvieran a escuchar. No solamente en España, hay una corriente donde la extrema derecha sencillamente está. Habría que preguntarse cuáles vienen siendo los errores de la izquierda, para que esto se haya dado, porque quienes les votan no son los millonarios, sino gente de todo tipo que confían en ellos. A mí me parece muy preocupante", insiste.

También le preocupa la situación de Europa y la Guerra de Ucrania. "El punto en el que estamos a propósito de la solución en esta Europa civilizada y maravillosa, que la solución más inmediata y la más feliz sea la de comprar bombas, comprar tanques,. aumentar el gasto en defensa, ¿hasta cuándo vamos a estar equivocándonos?". "He conocido épocas mucho peores y por supuesto, no se trata de hacer comparaciones, pero uno pensaba que a estas alturas habría cosas ya superadas. Por ejemplo, los últimos acontecimientos en Brasil, me hacían recordar a Allende. Fueron los camioneros los primeros que le pusieron los palos en la rueda de Allende en el transporte y está pasando con el Bolsonaro éste, en fin, en fin. Está claro que Brasil es un país dividido. Y en Suecia. E Italia. Y lo de Inglaterra es que es también muy rozando el esperpento a Valle-Inclán.

El actor también cuenta que le fascina su trabajo, pero que ahora elige los papeles de otra manera. "Viene un guión a casa y simplemente con que ponga 'exterior noche' ya no me interesa. A la hora de cenar estoy en mi casa. Ya no es solo el madrugón, es el tiempo de espera, la repetición", dice sobre los rodajes. Eso sí, asegura que una vez allí es uno más, ni veteranías, ni divismos. "Una cosa para mí muy importante es no perder la actitud que tenía de crío, esa capacidad de sorpresa, la capacidad de equivocarte, la capacidad de sorprenderte y de reír, de jugar y de jugar. Si tú vas al rodaje como de maestro, como de consagrado, ¡vaya coñazo! Tú vas allí y eres uno más. No me tienen que esperar. Antes monja que eso". Sin embargo, el teatro para él es todo lo contrario. "Tengo la suerte de estar en el teatro que no tiene todo eso". Se refiere a Señora de rojo sobre fondo gris, un proyecto personal, que adapta la obra de Miguel Delibes, a quien Sacristán tuvo la suerte de conocer. "Es la peripecia estrictamente personal del el dolor, de la pérdida. Pero por encima de eso, la esperanza la memoria del amor. Es la esperanza que da el saber que mientras somos amados o recordados no desaparecemos. Eso es lo que queda en Señora de Rojo". "El teatro hasta el filo del reclinatorio".